El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó este lunes un plan de intervención en las comunidades con programas sociales para “disputar” a las pandillas el reclutamiento de los jóvenes.
“Estamos seguros que no van a poder competir con el Gobierno en el reclutamiento de los jóvenes”, aseguró Bukele en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno.
El lanzamiento de la llamada Fase 2 del Plan Control Territorial se da 13 días después de la implementación de la primera etapa, en la que se concentraron 6.000 miembros de la Policía y el Ejército en 17 municipios.
El objetivo principal de dicha fase, que se mantendrá indefinidamente, es arrebatar a las pandillas el control de los territorios y cortar sus ingresos, provenientes principalmente de las extorsiones a comerciantes.
Bukele, de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), detalló que implementará programas con las carteras de Estado que puedan beneficiar a los “jóvenes que están en situación de vulnerabilidad para que tengan la oportunidad de no entrar en las pandillas o salirse de las mismas”.
Apuntó que las iniciativas estarán relacionadas con educación, salud, empleo, becas, deporte, arte, agua potable y vivienda, con la dirección de la Unidad de Reconstrucción de Tejido Social, creada recientemente en el Ministerio de Gobernación.
Una de las primeras metas planteadas por el presidente es la capacitación técnica de 100.000 jóvenes.
El jefe de Estado adelantó que pedirá al Congreso un refuerzo presupuestario por 91 millones de dólares para ejecutar estas medidas.
“Debemos llevar oportunidades de empleo para los jóvenes, como una forma de competir con las pandillas” y “estoy seguro de que vamos a poder rescatar a las comunidades”, acotó Bukele.
El mandatario destacó que la primera fase del plan de recuperación de territorios ha permitido disminuir los homicidios durante junio, pero su Gobierno se ha negado a difundir los datos de estos crímenes, pese a las peticiones de la prensa.
El Salvador es considerado uno de los países más violentos del mundo por las tasas de entre 103 y 50,3 homicidios por cada 100.000 habitantes registrados entre 2015 y 2018.
La mayoría de estos crímenes son atribuidos a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), las facciones Revolucionarios y Sureños del Barrio 18 y otras minoritarias.
Un estudio presentado por la Embajada de Estados Unidos en El Salvador en marzo de 2017 señala que el 62,4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o “maras” en este país lo hicieron por “ocio” o “amistad”.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.