El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho declaraciones tras una llamada telefónica con el candidato del Partido Popular (PP) a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, en la semana previa a su investidura.
García-Page ha señalado que “el que juegue a que el déficit del PP se busque en tránsfugas del PSOE, se equivoca”. “El gobierno de España no puede estar sometido a ‘Tamayazos’, aunque el PP quiera desviar la atención”, ha añadido.
En una entrevista en la Cadena SER, García-Page describió la llamada como un gesto protocolario después de que el candidato del PP se comprometiera a “contactar con cargos públicos”.

Durante la conversación, Feijóo se interesó por cuestiones relevantes para la región de Castilla-La Mancha y temas de posible interés de cara a la investidura. Sin embargo, enfatizó que Feijóo no solicitó su apoyo para la investidura, y expresó que, de haberlo hecho, su apoyo no le habría servido de mucho.
García-Page admitió que mantiene “diferencias críticas” con su propio partido en algunos asuntos, pero defendió su libertad para expresar sus opiniones. A pesar de estas discrepancias, subrayó que considera que la alternativa de un gobierno del PP es preferible a que Pedro Sánchez continúe en el poder.
En su opinión, el PSOE había planeado inicialmente “respetar los tiempos de Feijóo”, pero “la situación ha desbordado, porque el PP ha interpretado que las elecciones, habiéndolas ganado, las perdió; y el PSOE interpretó que las ganó no habiéndolas ganado”. Ahora, lo que preocupa sería “interpretar que tras las elecciones hay un aval a cualquier cosa que se pueda hacer”.
El presidente de Castilla-La Mancha señaló que el PP ha dado por hecho que no logrará la investidura y, por lo tanto, ha optado por una estrategia ofensiva. Enfatizó que actualmente todas las críticas se dirigen hacia el gobierno de Pedro Sánchez sin que nadie lo defienda.
García-Page también se refirió al tema de la amnistía en relación con el juicio del ‘procés’. Aunque no dio por sentado que el PSOE aceptaría esta medida, afirmó que siempre defenderá un gobierno de Pedro Sánchez a pesar de las cuestiones criticables. Reconoció que existen declaraciones previas de cargos socialistas que negaban la posibilidad de aceptar la amnistía, pero subrayó la importancia de no jugar con cuestiones de esta naturaleza.
En cuanto a la posibilidad de asaltar el liderazgo del PSOE, García-Page aclaró que sería una “idiotez” afirmar que el partido estaría en crisis si él no fuera presidente con mayoría absoluta. Destacó su coherencia en los argumentos a lo largo de su trayectoria política y enfatizó que tener una mayoría absoluta no aumenta su credibilidad, sino que la mantiene intacta.
Las boñigas también flotan.