Irene Vivas
Miembro del Comité Ejecutivo de la FYEG, tesorera de la Red EQUO Joven y co-fundadora de Proyecta Valencia
Es viernes por la tarde en Rotterdam, amenaza con llover, pero las nubes aún están grises y contenidas. Voy a acompañar a un grupo de voluntarios y voluntarias de GroenLinks (la izquierda verde holandesa) en una tarde de campaña, de puerta en puerta. La idea es hablar con los vecinos de barrios afines, preguntarles si van a votar, por los temas que les interesan, y si hay sintonía, incluso pedirles pegar un cartel del partido en su ventana. Esta táctica, junto a un discurso contra el miedo, los ha llevado a acumular triunfos electorales especialmente desde 2017, cuando obtuvieron un gran resultado en las elecciones nacionales como una voz nueva contra la extrema derecha. En 2018, triunfaron en las elecciones municipales, llevando una mujer a la alcaldía de Ámsterdam por primera vez.
¿Qué lleva a una española afincada en Bruselas a acudir a una cita como aquella? Se llama Kim van Sparrentak y es la séptima en la lista de GroenLinks para las elecciones europeas. No recuerdo exactamente el momento en que la conocí, pero sí recuerdo la impresión que me causó. En ese entonces, era co-portavoz de la Federación de Jóvenes Verdes Europeos (FYEG), pero su camino en la política empieza mucho más atrás.
Kim viene de un pequeño pueblo llamado Middelburg, en la provincia más pequeña de los Países Bajos. Desde niña le atrajo el mundo de los cantantes de protesta o comediantes políticos, y sentía una debilidad por salvar los patos que se jugaban la vida cruzando carreteras. Tras acabar el colegio se mudó a Ámsterdam para estudiar ciencias políticas y medioambientales, educación que continuó con un Máster en Gestión medio ambiental urbana, pero fue alrededor de los 18 años que comenzó su activismo político en DWARS, la facción joven del partido. Desde entonces ha compaginado oportunidades laborales con su activismo tanto político como de base, en iniciativas como Fossil Free Feminists o Rotterdam Climate Initiative. Actualmente trabaja haciendo campañas para WISE por las energías renovables y contra la energía nuclear, y forma parte de la Plataforma de Jóvenes Candidatos de la FYEG.
No pareces una persona conformista ¿Qué pasó para tener un clic con este partido, por qué GroenLinks?
Encontré un grupo increíble de gente con la que conecté. Los verdes son un partido que pone el futuro en el centro de su plataforma política en todos los sentidos. Todas las generaciones futuras deberían mejorar, al menos no empeorar. Y no sólo hablan del medio ambiente. Cuidar de las generaciones más jóvenes en el mercado laboral ha sido parte esencial de nuestro trabajo. Y también mostramos nuestra solidaridad con personas en el otro lado del mundo.
La línea que separa tu activismo a nivel personal, político y laboral es muy fina, ¿te definirías como política o más bien activista?
Creo que me considero activista, pero eso es porque quizás no estoy de acuerdo con cómo es un político estereotipado: un señor mayor, en un traje, tratando de contentar a los lobistas, sin trabajar en las problemáticas serias que tenemos que resolver. Pero, por ejemplo, cuando observamos la crisis climática es casi imposible no ser activista. Tenemos que ser valientes y radicales si queremos frenar una catástrofe climática.
Pero ahora te presentas a unas elecciones.
Nunca quise convertirme en política per se. Yo quiero cambiar cosas que considero que no funcionan o que están mal. La forma en la que tratamos la naturaleza, en la que compartimos riqueza, quién tiene poder sobre quién en la sociedad. Presentarse a las elecciones fue un paso lógico hacia delante.
Desde que comenzaste en los jóvenes verdes holandeses, has organizado múltiples acciones en la calle, en algunos momentos ¡semanalmente! ¿Cuál dirías que ha sido una de las protestas más grandes que has organizado?
He organizado acciones de todo tipo, pero una de las más grandes fue contra una nueva central nuclear en mi pueblo.
No eres una política al uso, ¿qué temas son los que más te interesan?
En mis estudios siempre combiné temas sociales y medioambientales, mi tesis investigaba los efectos de proyectos medioambientales en barrios marginalizados en los Países Bajos, centrándome en el concepto de justicia medioambiental. En estas elecciones, me presento para defender una transición climática justa. Hay que asegurarnos que nos mantenemos bajo los 1.5 grados Celsius, sin dejar a nadie atrás. Esto significa que las políticas de la Unión Europea han de propulsar un sistema energético democrático para que el sistema esté ahí para generar energía, más que generar beneficios. Además, quiero contribuir a la creación de una Europa más social. Necesitamos políticas laborales mejores, especialmente para la gente joven. Debemos frenar a las empresas con estructuras tipo Deliveroo, o que no pagan a sus becarios, y obligarlas a parar de explotar a las personas.
El pasado 29 de abril los candidatos a la Comisión Europea participaron en un debate en Maastricht en el que el cambio climático estuvo presente, se habla del tema en los periódicos, en la calle ¿de qué no se está hablando?
Creo que una transición justa se deja un poco de lado en los debates. La gente habla de si tenemos que implementar políticas climáticas estrictas, pero mirando lo que ya está pasando en nuestras sociedades, vemos que la transición climática ya está pasando. Ahora nos tenemos que asegurar de que sea justa. De otra forma, nos será muy difícil conseguir justicia climática.
La juventud por el clima ha inundado las calles, pero los jóvenes siguen sin ir a las urnas en las elecciones europeas, ¿qué les decimos?
Creo que es bastante obvio que necesitamos ser representados, si hacemos ruido colectivamente, la gente nos escuchará. Como dices, los jóvenes están consiguiendo ser escuchados, por ejemplo, en Bélgica, donde los políticos están empezando a darse cuenta de que tienen que hacer algo. Si salimos a votar, realmente podemos mejorar las cosas, si salimos, haremos que nos escuchen.
Tienes 29 años, y no te escondes, ¿cuál ha sido tu principal reto como mujer joven es esta campaña?
Creo que mi principal reto ha sido encontrar a gente con la que me sienta identificada y a
la que querer parecerme. No hay mucha gente en política como yo, por lo tanto, no sentía que tenía la posibilidad de presentarme a unas elecciones. La FYEG me ha ayudado mucho a darme cuenta de que podía.
El último informe del IPCC nos da aproximadamente 12 años para frenar un cambio irreversible y destructivo de nuestro clima, ¿dónde te ves en 12 años?
Espero sentir que he contribuido a conseguir una transición climática justa, que aún sigo siendo una feminista en toda regla y que puedo echar la vista atrás y ver que hemos gestionado una crisis de tal forma que tenemos una sociedad más justa e igual, con personas más sanas y felices.
Hay una oleada de mujeres entusiastas, jóvenes, con las ideas claras y sin esconderse de quiénes son, algunos nombres son conocidos mundialmente, y otros se conocen de boca a boca. Kim es una de ellas, una personas con estrella, con capacidad de conectar con la gente. Durante los últimos nueve años de su vida ha estado en la calle, luchando. Necesitamos dar paso a estos nuevos liderazgos de personas que trascienden la dialéctica y van a la acción, entonces nos sentiremos representadas, votaremos con ilusión y nos aseguraremos de que Europa no se convierta en un proyecto fallido.
Esa tarde llovió, y mucho, pero hay muy pocas cosas que puedan frenar a una persona como Kim.