La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda, ha elaborado una extensa auditoría para examinar si RTVE cumplió en el año 2021 sus previsiones operativas, analizando sus cuentas.
Dicha auditoría ha realizado un estudio específico de los gastos individuales liquidados durante 2021 por el entonces presidente, José Manuel Pérez Tornero, y el resto de la cúpula, como almuerzos, cenas, desayunos de trabajo, taxis, combustible, billetes de tren y avión.
El informe indica que la mayor parte de los gastos de la dirección corresponden con comidas, cenas o desayunos de trabajo con un importe de 13.325,09 euros, sin embargo, tal y como indica la IGAE “en la mayoría de ellos no se indica el motivo por el que se realiza el mismo, limitándose a una breve descripción del gasto”.
Varias de las comidas no justificadas superaban los 50 euros por cubierto y en algunos casos se observaron elevados cargos por bebidas alcohólicas, tal y como recoge El Plural.
En concreto, son 109 gastos, que ascienden a un importe de 12.108 euros de dinero público, los que Tornero y sus directivos gastaron sin justificar. De esa cifra, 10.684 euros fueron destinados a hasta 84 comidas con personas externas de RTVE que no han sido identificadas debido a cuestiones de “confidencialidad”.
RTVE respondió a esa cuestión señalando que esa información “se pone en conocimiento internamente, debido a esas razones de confidencialidad” elaborando un fichero ad-hoc para la intervención.
Sin embargo, Hacienda no entiende “que exista mayor confidencialidad en un restaurante público que en un despacho de la Corporación RTVE o en el comedor de directivos existente en las propias instalaciones de la Corporación RTVE en Prado del Rey”.
Además, sorprende que se produzcan comidas con otros directivos o personal de la Corporación RTVE que se podrían haber realizado en las oficinas o en el comedor de directivos.
Asimismo, explican que “se observa un caso de comidas repetitivas con la misma persona, sin que conste justificación del motivo de las mismas”.
Por tanto, en el informe se apunta a “un incumplimiento de los criterios de buena gestión, en lo referente a las recomendaciones de austeridad implantadas en el sector público”.
Diversas fuentes han confirmado a Público que Tornero concedía “una especie de sobresueldo” a sus afines o a “gente a la que quería que no le diera problemas”. Al parecer, esta era una de las principales maneras de operar y de aumentar ingresos: a través del pago de dietas diarias durante muchos meses y “a gente de su confianza”.
Ellos mismos.