Este miércoles, según datos publicados por la oficina estadística Eurostat, España fue la segunda gran economía europea donde menos se encareció la factura de la luz. En primer lugar está Francia, gracias al tope impuesto allí por el Gobierno galo.
Es decir, la factura de la luz se encareció en septiembre en España un 20,2%, un porcentaje que representa la mitad de la subida en la eurozona. Por su parte, en Francia el avance fue de un 10.6%.
De media en toda la Unión Europea la electricidad subió un 36,7 % y hasta un 39,6 % en la Zona Euro. Entre los países del entorno, Italia fue el que sufrió una mayor subida de la electricidad, con un incremento del 103,4 %; seguida de Portugal, con un 31,8 % y Alemania, con un alza del 20,9 %.
Analizando los datos de todos los Estados miembros, se puede observar como en los Países Bajos se ha producido un incremento del 188%, el triple que hace un año, en Estonia del 105,6% y en Italia de un 103,4 %.
Los países menos afectados por la subida de la electricidad han sido Malta, donde el precio no ha variado, Eslovenia donde lo ha hecho un 0,9 % y Luxemburgo, donde el incremento ha sido del 2,6 %.
La contención en el ritmo del coste de la factura de la luz en España contrasta con lo ocurrido en meses previos, ya que desde que en febrero comenzó la invasión rusa de Ucrania, España se situaba, junto a Italia, como los grandes países europeos con mayores subidas.
De hecho, en marzo, Eurostat cifró el aumento experimentado en España en el 107,8 %. La tasa se ha ido reduciendo paulatinamente a valores comprendidos entre el 30% y el 60 %, en paralelo a la aprobación de rebajas impositivas y del tope al gas.
Ese tope al gas, aplicado a través del llamado “mecanismo ibérico”, entró en vigor el pasado 15 de junio y limita el precio del gas destinado a la generación eléctrica en España y Portugal y, aunque no tuvo los efectos deseados durante los primeros meses debido a las altas temperaturas, el mecanismo ha permitido contener la escalada de la luz más del 15%.
Aún así, cerca de 11 millones de consumidores españoles que tienen sus contratos en el mercado regulado están expuestos a las variaciones del mercado mayorista eléctrico.
Para evitar esas variaciones, el Gobierno trabaja en un nuevo sistema para calcular la tarifa regulada de la luz, conocida como PVPC, con la idea de sustituir el precio con referencia a un día concreto.
La idea es que se tomen tres referencias temporales distintas: una mensual, otra trimestral y otra con la media anual.