El Partido Popular ha vuelto a manifestarse en las calles de Madrid, congregando a una multitud estimada en más de 8.000 personas según la Delegación del Gobierno y 12.000 según Génova. La marcha tuvo como propósito criticar los pactos de Pedro Sánchez para formar Gobierno en España y su designación del mediador entre el PSOE y Junts.
Tras el nombramiento del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Pérez como verificador internacional de las reuniones entre los partidos, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, expresó su descontento, calificando la decisión como una “humillación absoluta”.
Feijóo criticó que Sánchez haya designado “a un salvadoreño experto en guerrillas” para decir “cómo ha de relacionarse España con una de sus comunidades autónomas”.
Enérgicamente, Feijóo exigió al Gobierno poner fin a esta situación, considerándola un intento de prolongar su permanencia en la Moncloa y solicitó, en nombre de los españoles, que se detenga esta dinámica.
El líder del PP afirmó que su partido no se rendirá y anunció la convocatoria de más concentraciones, destacando la importancia de no olvidar a la mayoría de catalanes que desean la unidad.
“Decimos ya está bien y no les vamos a pasar una… mientras no respeten la Constitución, el Estado de derecho y el país…habrá muchas más” ha recalcado mientras ha reiterado que el PP estará en las calles, en las Cortes y en los gobiernos autonómicos así como ante la Justicia.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, respaldó la protesta afirmando que España puede enfrentarse a Sánchez y sus aliados. Defendió la lucha en parlamentos y calles, reivindicando la Constitución como símbolo de unión y progreso.
Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, desde el Templo de Debod, clamó por ayuda a Europa para “acabar con el sanchismo”, manifestando la autonomía española para tomar sus decisiones sin intermediarios.
El alcalde criticó la intervención del diplomático salvadoreño, considerando que no se necesita una mediación entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. Vox también se sumó a la protesta, reafirmando su apoyo a todas las movilizaciones contra la amnistía acordada por el Gobierno con los independentistas y colocando una caseta sindical cerca del Templo de Debod.
Además, Vox planea movilizarse hacia la sede socialista en Ferraz al término del evento del PP, un acto que coincide con el 45 aniversario de la Constitución.