Este lunes, la Fundación Franz Weber ha difundido una grabación, realizada por Carmela Fernández, que muestra «las deficientes medidas de bioseguridad de las granjas peleteras en Galicia».
Según señala la organización en una nota de prensa, la grabación fue realizada en una instalación del municipio coruñés de Carral el pasado viernes 27 de enero, en una granja de visones en la cual se produjo el brote de gripe aviar en octubre de 2022 y a raíz del cual fueron sacrificados todos los ejemplares.
Las imágenes muestran las instalaciones con jaulas parcialmente abiertas, lo que demostraría que cualquier animal «susceptible de transmitir la gripe aviar u otro virus puede entrar en contacto con los visones».

La instalación abierta, «tras un muro con un deficiente mantenimiento» y las jaulas de los animales son fácilmente accesibles para otros animales, ya que solo están cubiertas «de manera parcial por un techo metálico sobre estructura de madera».
Los responsables de la Fundación han anunciado que enviarán este documento gráfico a los ministerios de Transición Ecológica, Sanidad y Consumo para que se decrete el cierre no solo de esta granja de visón americano sino de las que funcionan en Galicia y el resto del Estado por su «evidente riesgo para la salud medioambiental, esto es, para la biodiversidad, los ecosistemas y las personas».
Este colectivo ha recordado el estudio científico publicado recientemente en el que se alertaba de una mutación presente en los visones.
Por su parte, la patronal de las granjas peleteras, la Asociación Nacional de Criadores de Visón (Agavi), emitió un comunicado el pasado viernes en el que aseguran que todas las granjas de visones españolas «aplican protocolos de bioseguridad y bioprotección» en coordinación con el Gobierno y las comunidades autónomas.
Para Franz Weber dicha declaración es «un enorme ejercicio de cinismo», a través del que se trata de «eludir cualquier responsabilidad» ante la aparición del virus en sus instalaciones.
Greenpeace también se ha pronunciado en la misma línea que la Fundación y ha hecho un llamamiento urgente para el cierre de este tipo de instalaciones, haciendo hincapié, en las de visones.
La entidad ecologista ha señalado que se trata de «un caso realmente preocupante, porque confirma la posibilidad de que este tipo de virus pudiese evolucionar para transmitirse entre mamíferos y, eventualmente, alcanzar la transmisión entre humanos».