El Ayuntamiento de Ourense confirmó el mes pasado la existencia de concentraciones de gas radón por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ourense en Común insiste en la «necesaria y urgente protección y prevención» de las trabajadoras y los trabajadores.
El partido de la oposición reitera la denuncia por la «falta de diligencia del Gobierno«, que sigue «de brazos cruzados, sin soluciones para detener la entrada del gas en los edificios, y manteniendo a decenas de trabajadoras y trabajadores en dependencias donde la concentración llegan a multiplicar por siete el límite permitido por por la OMS«. «Los servicios de intervención, reprografía o de limpieza, «continúan expuestos a este asesino invisible«, sentencia Ourense en Común.
El grupo exige al PP, partido que gobierna en Ourense, ser «transparente en la gestión del problema«, recordando que «es un derecho de las trabajadoras y los trabajadores estar bien informados«. Apuntan, además, que «a día de hoy ni el personal ni los grupos de la oposición tuvimos acceso a las mediciones«.
El gobierno no es culpable de la presencia del gas, pero sí responsabiliza al PP de una “mala gestión”, teniendo conocimiento de la alta concentración e del impacto que supone en las personas. “Es un problema de salud pública y especialmente de seguridad laboral”, indica el portavoz del grupo.
Ourense en Común lamenta las declaraciones del presidente del delegado de prevención de riesgos laborales de la Conferencia Intersindical Gallega (CIG) en el ayuntamiento, cuestionando su labor, que lejos de defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores del ayuntamiento “omitió sus funciones, haciéndose cómplice del silencio del gobierno”.