Al intensificarse el conflicto en 2020, miles de civiles han quedado atrapados en un conflicto interminable y en sucesivas oleadas de violencia que se remontan a 2015, dejando al país desamparado. Más del 80% de la población sobrevive por debajo del umbral de la pobreza y al menos 20 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Millones de personas carecen ahora de acceso a instalaciones médicas adecuadas, empleo y acceso a agua potable.
En estas terribles condiciones, la inseguridad alimentaria y la desnutrición son un problema importante. Más de 16 millones de yemeníes pasan hambre, y 400.000 niños menores de cinco años corren el riesgo de morir por desnutrición aguda severa este año si no reciben tratamiento urgente. A ello se suma el bloqueo marítimo, que impide que la ayuda humanitaria, los bienes comerciales y los productos de primera necesidad lleguen rápidamente al país.
“En Yemen, los niños se mueren literalmente de hambre. En cuanto a los Estados ricos, están reduciendo drásticamente su contribución a la ayuda humanitaria y esta no llega a quienes más la necesitan. Estamos en una situación dramática y cada día estamos más cerca de una situación de hambruna”. Willow Rook, directora adjunta de Acción contra el Hambre en Yemen.
ALIMENTOS INASEQUIBLES EN UN PAÍS QUE DEBE IMPORTARLOS
La economía del país ha experimentado una catastrófica caída en los últimos meses. Yemen depende en un 90% de las importaciones de trigo y otros alimentos básicos, mientras que el valor del rial ha caído un 250% respecto a su valor antes del conflicto. Los alimentos, el agua y las necesidades básicas son sencillamente inasequibles para muchas familias, que deben pagar precios un 140% más altos que antes de la guerra.
“Mi hijo compra botellas de agua potable a 150 YER* y vende una botella a 200 YER para alimentar a la familia de seis miembros. Se queda todo el día, desde la mañana hasta el atardecer, en la carretera, pidiendo a los pasajeros de cada coche que le compren agua”, dice un hombre de la gobernación de Hodeida. Su nieto ha sido atendido por los equipos de salud y nutrición de Acción contra el Hambre.
Hasta la fecha, los donantes internacionales solo han aportado el 10% de los 3.850 millones de dólares que se necesitarán para llevar a cabo operaciones humanitarias en Yemen en 2021. Estos recortes presupuestarios, vitales para la respuesta humanitaria, agravarán el sufrimiento de los yemeníes. En este contexto, solo una nueva financiación humanitaria, la facilitación de las importaciones de bienes esenciales para la población y un mayor respeto del derecho internacional humanitario por parte de las partes en conflicto podrán romper el círculo vicioso entre conflicto y hambre en Yemen.
Acción contra el Hambre trabaja en Yemen desde 2012. En el último ayuda nuestra ayuda llegó a más de medio millón de personas con programas de nutrición, medios de vida, agua y saneamiento y salud mental.
**En septiembre, el tipo de cambio en el sur de Yemen era de 844,09 YER/$1. En febrero, se situó en 863,72 YER.