El expresidente del Gobierno Felipe González ha lamentado este miércoles que en las elecciones del 28 de abril habrá que elegir “entre un gobierno Frankenstein o uno Franconstein”, en alusión en el primer caso a posibles pactos del PSOE con Podemos y nacionalistas, y en el segundo, a la coalición de PP, Cs y Vox.
En un homenaje a Gregorio Peces-Barba en la Universidad Carlos III de Madrid, González ha alertado a los independentistas de que “están más lejos de la independencia que de perder la autonomía”.
Muchos de los que critican la Constitución, como los independentistas, “reclamarán sus derechos constitucionales para combatir lo que están amenazados de perder”, ha dicho.
González ha comparado la situación en Cataluña con el Brexit ya que, a su juicio, “hay muchos aventureros” que “intentan salvar los muebles y queman la casa”, como el ex primer ministro británico David Cameron, que convocó el referéndum en el que los británicos se pronunciaron a favor de abandonar la Unión Europea (UE).
El expresidente socialista, que se ha mostrado “orgullosamente actor y parte del régimen del 78”, ha defendido la Constitución como un “bosque resistente a los pirómanos que rodean la convivencia de España”, gracias al cual se han evitado males mayores en Cataluña.
“Si lo que ha pasado hace año y medio hubiera pasado hace 80 años, la realidad se contaría por número de muertos”, ha añadido.
La Carta Magna “aguantó a Tejero y a barbaridades como que vayamos todos con un pistolón por la calle”, ha señalado en alusión a la propuesta sobre armas del líder de Vox, Santiago Abascal.
Al igual que González, el ponente constitucional Miquel Roca ha subrayado en el mismo acto que “no hay nada que pueda ofender más a la inteligencia que insultar al régimen del 78” y ha dicho que no está dispuesto a avergonzarse de ese legado, sino que le apena “la tontería de quienes defienden lo contrario”.
“Nos salió bien y no era fácil”, en opinión del que fue uno de los creadores del texto constitucional.
González ha recordado que la Carta Magna salió adelante gracias a los pactos, sin “irredentismos”, y ha criticado a los que ahora la cuestionan porque quieren “hacer un país a su medida”, que “es lo que quería Franco”.
También ha defendido la Ley de Amnistía de 1977, que se creó “para no castigar a los que resistieron al franquismo”, a lo que Roca ha puntualizado que “un país que no sabe emocionarse con una amnistía y la valora agriamente tiene un problema muy grave”.
En relación con la situación política actual, el expresidente ha dicho que se ha pasado del bipartidismo al “bloquismo”, en el que “marca la pauta del discurso el que está más al extremo” y ningún partido quiere “ocupar un espacio de centralidad”, algo que considera indispensable para gobernar.
Para Roca, “el bloquismo lleva al bloqueo” y tanto los partidos mayoritarios gobernando, como los minoritarios apoyando, tienen la “responsabilidad de gobernar” en una coyuntura como esta.