Que la gran banca no tiene escrúpulos es algo de sobra conocido en un país en el que la estafa de las preferentes llenó arcas de usureros mientras dejaba a humildes trabajadores sin ahorros. La banca colocó este tipo de acciones a unos 700.000 clientes​ sin la debida transparencia ya que no podían entender el producto por su complejidad, fueron engañados y por tanto desconocían el riesgo que acarreaba su adquisición. La CNMV ha reconocido que muchas ocasiones se incumplía la ley.

7.825 millones de euros han disparado su beneficio en el primer trimestre de 2021 los cinco grandes bancos españoles. Sin embargo, las ganancias nunca son suficientes y ahora toca recortar servicios y empleos para maximizar ingresos a costa de la atención al cliente y de mandar a gente al paro.

Según recogen los informes financieros de cierre de junio de las principales entidades españolas, en el primer semestre de 2021 la gran banca cerró 1.374 oficinas y redujo su plantilla en 5.408 empleados.

La excusa la tienen clara, ya que venden esta situación como procesos de reestructuración de empleo y oficinas para ganar eficiencia y adaptarse a la nueva demanda de los clientes, que cada vez demandan menos físicamente y más virtualmente.

Banca

Sangría de empleos

Entre estas entidades se encuentran bancos como Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter, que a finales del primer semestre contaban con 120.080 empleados, 5.408 menos que a finales de 2020, incluyendo a la plantilla de Bankia, ahora integrada en CaixaBank. Es decir, el recorte de las plantillas de los bancos del Ibex 35 supone un 4,3%.

A finales de junio, las cinco entidades contaban con 12.547 sucursales, 1.374 menos (incluyendo las de Bankia) que a finales de 2020, lo que equivale a un 9,9% menos.

BBVA que ya cuenta en España con 657 empleados y 116 oficinas menos que al cierre de 2020, acaba de comenzar a ejecutar un ERE para 2.935 empleados y 480 oficinas.

Por su parte, Caixabank también ha pactado recientemente un ERE que afectará a 6.452 empleados y que irá acompañado del cierre de 1.534 oficinas, por la integración de Bankia.

Por separado, Bankia y CaixaBank, a finales de 2020, sumaban 46.334 empleados y 6.425 oficinas, mientras que al cierre de junio, tras la absorción de Bankia por Caixabank, la plantilla contaba con 46.509 trabajadores y 6.166 oficinas en España. Aunque la plantilla no se ha reducido todavía, ya que las salidas del ERE se extenderán hasta diciembre de 2022, sí se han cerrado 265 oficinas.

Banco Sabadell contaba con 15.117 empleados y 1.628 oficinas en España al cierre de junio, lo que supone una disminución de 1.632 empleados y solo una oficina. En marzo, la entidad ejecutó un plan de prejubilaciones voluntarias para 1.800 trabajadores. Además, como muy tarde, en la primera mitad se 2022 ejecutará su nuevo plan estratégico que recoge una reducción de costes de 100 millones de euros por todas las vías, incluyendo la de reestructuración de personal.

Finalmente, Bankinter se ha desmarcado de las demás entidades y mantuvo invariable su número de oficinas entre enero y junio, con 446, y su plantilla solo disminuyó en 22 personas, hasta los 6.092 trabajadores en España.

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