Este martes, la mundialmente conocida activista climática Greta Thunberg ha sido desalojada a la fuerza junto a otros activistas durante las protestas contra la demolición de Luetzerath, un pueblo de Alemania, para dar paso a la ampliación de la mina de carbón de Garzweiler.
La policía justificó el desalojo alegando que permanecer en ese lugar era peligroso, por lo que se procedió a llevarse una a una, en volandas, a las personas que participaban en la protesta.

Thunberg llegó a la concentración el pasado viernes, cuando compartió en sus redes sociales que se unía a la causa: “Semana de huelga climática 230. Actualmente nos encontramos en Lützerath, un pueblo alemán amenazado de ser demolido por una ampliación de una mina de carbón. La gente ha estado resistiendo durante años”, compartió a través de su cuenta de Twitter.
Climate strike week 230. We are currently in Lützerath, a German village threatened to be demolished for an expansion of a coal mine. People have been resisting for years. Join us here at 12 or a local protest tomorrow to demand that #LützerathBleibt !#ClimateStrike pic.twitter.com/hGrCK6ZQew
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) January 13, 2023
La policía antidisturbios, apoyada por excavadoras, desalojó a los activistas de los edificios del pueblo abandonado la semana pasada, y el fin de semana pasado sólo quedaban unos pocos en los árboles y en un túnel subterráneo, pero los manifestantes, incluida Thunberg, permanecieron en el lugar realizando una sentada hasta el martes.
La población de Lützerath quedó acordonaba tras demolerse sus casas, granjas y construcciones de madera en que durante varios días centenares de activistas se resistieron a su desalojo.
El operativo se dio por finalizado este lunes, tras salir voluntariamente de un túnel los dos últimos activistas que seguían resistiendo bajo tierra, intentando retrasar lo más posible las obras de demolición
La propietaria de la mina, la empresa energética RWE, acordó con el gobierno que podría demoler Luetzerath a cambio de su salida más rápida del carbón y la salvación de cinco aldeas originalmente previstas para la destrucción.
Por su parte, los activistas han generado un auténtico revuelo en el país al oponerse a que el pueblo abandonado desaparezca. Los manifestantes afirman que Alemania no debería seguir extrayendo lignito y que, en su lugar, debería centrarse en ampliar las energías renovables.
Por el momento, la Policía ha informado de 70 agentes heridos, de nueve activistas que fueron trasladados en ambulancia hasta hospitales y de una treintena de vehículos oficiales dañados.
Por su parte, los manifestantes aseguran que hay decenas de heridos, algunos con heridas graves que podrían incluso poner en peligro sus vidas. En total han sido detenidos 12 activistas, entre ellos Greta Thunberg.