La vacunación contra la COVID-19 en España ha alcanzado ya el objetivo inicial de inmunizar al 70 % de la población adulta con la pauta completa y avanza hacia el nuevo propósito para aproximarse a la inmunidad de grupo, que los expertos fijan en el 90 %.
A día de hoy, hay más de 36,7 millones de personas -el 77,4 % de la población- que han recibido la pauta completa de vacunación contra el coronavirus. Y son más de 37,7 millones -un 79,5 % de la población- las que tienen al menos una dosis.
Sin embargo, hay más de 4 millones de ciudadanos, principalmente de 20 a 39 años, que ni siquiera ha recibido una dosis.
Renegados de la inmunización
La mayoría de estos no vacunados reniegan de la inmunización, aunque también hay muchos casos de personas que no han podido vacunarse porque estaban fuera de España, desplazados en otras comunidades diferentes a la suya o por distintos problemas burocráticos. También negacionistas o indecisos que han optado por no vacunarse ante el descenso de contagios y la vuelta a una relativa normalidad.
En desglose de cifras, esos 4,4 millones de ciudadanos no vacunados se segmentan en 3,1 millones entre 12 y 39 años y algo más de 1,3 millones de mayores de 40. Este dato apenas varía desde hace unos meses.
El proceso que ha echado a andar es la inoculación de la tercera dosis a los mayores en residencias, que junto a las personas con inmunidad baja son los colectivos que recibirán un nuevo pinchazo de la vacuna, según acordaron las autoridades sanitarias, que ahora buscan encajar los lotes de dosis vacunas para evitar que caduquen.
Las personas que no se vacunan suponen un riesgo para su propia salud y también para la del resto de población. No hay riesgo 0 de infección aún con la pauta completa puesta, aunque sí se reduce el riesgo de complicaciones. Pero el riesgo se multiplica cuando la persona no tiene ninguna dosis y más ante el predominio de la muy contagiosa variante Delta.