En un paso histórico, el Parlamento de Grecia aprobó este jueves el matrimonio homosexual y la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, convirtiéndose en el vigésimo país de Europa y el decimosexto dentro de la Unión Europea en adoptar esta medida. A pesar de la resistencia de la Iglesia ortodoxa, el Gobierno conservador liderado por el primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha llevado adelante esta reforma.
Desde 2015, Grecia reconocía una unión civil para parejas del mismo sexo, aunque carecía de los mismos derechos que el matrimonio heterosexual. Mitsotakis, en su campaña de 2023, prometió la aprobación del matrimonio igualitario, cumpliendo ahora su compromiso a pesar de la división interna en su partido, Nueva Democracia (ND).
La aprobación se dio con una cómoda mayoría de 176 votos a favor, 76 en contra y 2 abstenciones. La reforma contó con el apoyo de varios partidos opositores, ya que una facción de 158 diputados de Nueva Democracia votó en contra, se abstuvo o abandonó la Cámara antes de la votación.
Durante el debate, Mitsotakis defendió la medida como un acto de justicia para las personas del mismo sexo, destacando su intención de unir en lugar de dividir. Hizo un llamamiento a la Iglesia Ortodoxa para que no interfiriera en asuntos estatales, citando un pasaje bíblico.
La división interna en Nueva Democracia se evidenció cuando el diputado Andonis Samarás argumentó que el matrimonio homosexual no constituye un derecho humano y no está garantizado por el Derecho Internacional. Mitsotakis ha enfrentado críticas de algunos votantes por esta reforma, pero insiste en que resuelve incongruencias legales y brinda tranquilidad a parejas del mismo sexo respecto a la custodia de sus hijos.
El colectivo LGTBIQ+ celebró la histórica aprobación, aunque algunos criticaron la falta de autorización para la gestación subrogada y la incertidumbre en el acceso a tratamientos de reproducción asistida para parejas del mismo sexo. A pesar de estos desafíos, la medida marca un hito para los derechos humanos en Grecia y refleja un país comprometido con los valores progresistas y democráticos europeos.