Miles de trabajadores de tres plantas de montaje de General Motors (GM), Ford y Stellantis iniciaron, a primera hora del viernes, huelgas simultáneas en busca de un nuevo acuerdo colectivo. Esta movilización, liderada por el sindicato United Auto Workers (UAW), marca un momento crítico en las relaciones laborales de estas gigantes de la manufactura automotriz.
Las plantas de montaje afectadas por esta huelga se ubican en Wentzville, Misuri (GM); Toledo, Ohio (Stellantis); y Michigan (Ford), y dan empleo a alrededor de 13.500 trabajadores. La noticia fue anunciada por el presidente del sindicato UAW, Shawn Fein, quien comunicó la decisión en una transmisión en vivo de Facebook a las 23:00 hora local del jueves.
La huelga es una respuesta a la falta de acuerdo entre el sindicato y las tres compañías durante las negociaciones que han estado en curso desde julio para la firma de un nuevo convenio colectivo que abarque los próximos cuatro años. El sindicato ha expresado su descontento con lo que perciben como una falta de buena fe en las negociaciones por parte de las empresas.
Las demandas del UAW son considerables, incluyendo un aumento salarial del 46% en un período de cuatro años, la reintroducción de pensiones tradicionales, una reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores en las fábricas de producción de baterías. Estas demandas reflejan el deseo del sindicato de garantizar condiciones de trabajo justas y beneficios sustanciales para sus miembros.
La estrategia empleada por el sindicato, conocida como “huelga selectiva,” es una táctica destinada a ejercer presión adicional sobre las empresas. A medida que las negociaciones continúen, se espera que se extienda a más plantas de las Tres Grandes de Detroit, aumentando así el impacto en la producción y las operaciones de estas compañías.
Además, el presidente del UAW, Shawn Fein, ha dejado abierta la posibilidad de declarar una huelga general simultánea en las tres empresas, una medida sin precedentes en la historia de los Estados Unidos, lo que subraya la determinación del sindicato en la búsqueda de un acuerdo que cumpla con sus demandas.
Esta no es la primera vez que el UAW utiliza la huelga como herramienta de negociación. En 2019, durante las negociaciones del convenio colectivo anterior que expiró recientemente, 49.000 trabajadores de GM se declararon en huelga durante 40 días, lo que resultó en costos significativos para la empresa, estimados en alrededor de 3.800 millones de dólares.
Un estudio reciente sugiere que una huelga de diez días de los trabajadores de GM, Ford y Stellantis podría costar hasta 5.000 millones de dólares, lo que subraya la gravedad y el impacto potencial de la actual movilización laboral.