El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha mantenido sendas reuniones bilaterales en Bolivia con los candidatos a las elecciones presidenciales de Ecuador y Perú, Andrés Arauz y Verónica Mendoza, respectivamente.
El propio Iglesias ha detallado en Twitter estos encuentros, aprovechando la asistencia a la toma de posesión del nuevo presidente boliviano, Luis Arce, para resaltar que ambos representan en sus respectivos países “la esperanza en un cambio que traiga más justicia social y más democracia”.
Mendoza es la líder del Movimiento Nuevo Perú mientras que Arauz candidato ‘correísta’ en las próximas elecciones en Ecuador. Desde la candidatura de Arauz señalaron a Europa Press que en la reunión querían abordar las condiciones económicas y sociales de los ciudadanos de este país en España, dado que Iglesias es vicepresidente de Derechos Sociales.
También avanzaron que pedirían el apoyo de España y la UE para renegociar la deuda con el FMI y propondrá estrechar la relación celebrando al menos una cumbre anual, según las fuentes consultadas.
Los tres han rubricado la denominada ‘Declaración de La Paz’ en la que sitúan al “golpismo de la ultraderecha” como principal amenaza de la democracia y la paz social.
También han firmado el documento el propio Arce y el presidente en Argentina, Alberto Fernández, con quien Iglesias también ha mantenido un encuentro. También respaldan la declaración los expresidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Dilma Rousseff (Brasil), Alexis Tsipras (Grecia) y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
El vicepresidente segundo ha mantenido estos encuentros al margen de la agenda de la delegación española encabezada por el Rey Felipe VI, que ha mantenido reuniones con Arce, Fernández y el presidente de Colombia, Iván Duque.
Es la primera vez que Iglesias ha acompañado a un acto oficial al jefe del Estado –al margen de eventos en los que participa todo el Gobierno–, ya que hasta ahora solo ha desempeñado esa función, en dos ocasiones, con la Reina Letizia, en eventos relacionados con su cartera de Derechos Sociales.
Esta reunión servirá para cerrar la crisis diplomática que se abrió el pasado 27 de diciembre, cuando dos diplomáticos españoles, acompañados por la policía, visitaron a la embajadora de México en Bolivia. El Gobierno golpista de Jeanine Añez acusó al Gobierno español de pretender facilitar la fuga de exaltos cargos de Evo Morales refugiados en la legación mexicana y declaró personas non gratas a la encargada de negocios y el cónsul españoles, a lo que Madrid contestó con la expulsión de tres diplomáticos bolivianos. Las relaciones se han ido normalizando, pero España aún no tiene embajador en La Paz.
El vicepresidente no ha ocultado su cercanía a Arce y su partido, el MAS de Evo Morales. Se reunió con él telemáticamente antes de las elecciones y aplaudió su victoria como “una lección ciudadana al golpismo”, un año después de la renuncia de Morales cuando perdió el apoyo del Ejército en plenas protestas por las elecciones presidenciales.
Las autoridades locales recibieron al monarca, al vicepresidente y a los ministros españoles con regalos, discursos y con la interpretación de los himnos de España y Bolivia. Sin embargo, la banda que interpretó el himno de España hizo una versión «libre» del himno de España.
El líder de Podemos ha criticado en varias ocasiones a la Monarquía en los últimos meses. La última vez fue cuando exigió “neutralidad política” a Felipe Vi después de que este telefoneara a Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial, para disculparse por su ausencia de la entrega de despachos de la Escuela Judicial en Barcelona. La última vez que el Rey y el vicepresidente se habían visto fue en el acto del 12 de octubre en el Palacio Real, donde Iglesias permaneció impasible ante el saludo militar del Monarca.
Aunque Podemos sigue pidiendo que se cree una comisión de investigación en el Congreso sobre los negocios de Juan Carlos I, Iglesias ha guardado un significativo silencio esta semana. El Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) ha hallado fondos de Juan Carlos ocultos tras un conglomerado empresarial en el paraíso fiscal de la Isla de Jersey desde el que habría desviado varios millones de euros hasta ahora no detectados por las autoridades españolas. La alerta ha motivado la apertura de una tercera investigación por blanqueo de capitales sobre el anterior Jefe del Estado.
Más avanzadas están las otras dos investigaciones que atañen al exmonarca. Una implica el rastreo de movimientos de unas tarjetas de crédito que usaban el rey Juan Carlos de Borbón, la reina Sofía de Grecia y también varios de sus familiares más directos, y cuyos gastos no declaraban a Hacienda, durante los años 2016, 2017 y 2018.
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