El pasado 9 de junio, una enfermera jubilada de 76 años, Bella Montoya, sufrió un derrame cerebral. Rápidamente, fue llevada a un hospital cercano, donde sufrió un paro cardiopulmonar. Los médicos intentaron reanimarla, pero sin éxito. Por lo tanto, llegaron a la conclusión de que la mujer había fallecido y se lo comunicaron a su hijo, Gilberto Barbera.

La familia, devastada por la pérdida, comenzó a organizar el velatorio para su posterior entierro. Amigos, familiares y seres queridos de la “difunta” enfermera acudieron para darle su último adiós, sin sospechar que el desenlace no sería el que habían imaginado.

El hijo de Bella explicó que después de cinco horas de velatorio el ataúd empezó a hacer ruidos. Cuando se acercaron al ataúd la mujer estaba viva, aunque respiraba con dificultad.

La impactante historia de la mujer que despertó en su propio velatorio / Imagen: Twitter @ecuadorprensaec
La impactante historia de la mujer que despertó en su propio velatorio / Imagen: Twitter @ecuadorprensaec

Ante la sorpresa de todos los presentes, la mujer fue llevada de urgencia al hospital de la ciudad de Babahoyo. Allí, la anciana continúa ingresada y viva en la unidad de cuidados intensivos. La noticia, que se volvió viral rápidamente, llegó al Ministerio de Salud, que ha iniciado una investigación para entender cómo pudieron dar por muerta a la mujer.

Como resultado, se ha establecido un comité técnico especializado en revisar los protocolos del centro médico en relación con la emisión de certificados de defunción. El Ministerio de Salud ha tomado esta medida para evaluar las posibles responsabilidades en este caso.

El suceso ha generado gran conmoción en Ecuador y ha planteado interrogantes sobre los procedimientos médicos y los protocolos de certificación de defunción. La historia de Bella Montoya ha despertado la atención pública y ha generado un debate sobre la necesidad de mejorar los estándares y la precisión en el proceso de determinación de la muerte.

Este incidente trágico pero extraordinario sirve como un recordatorio impactante de la importancia de la vigilancia y la revisión constante de los protocolos médicos. La vida de Bella Montoya ha tomado un giro inesperado, y solo el tiempo dirá qué implicaciones tendrá este incidente en el sistema de atención médica ecuatoriano.

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