La entrada de STC Group como principal accionista plantea interrogantes sobre el futuro de Telefónica, y sobre cómo las grandes corporaciones equilibran beneficios y principios sin tener en cuenta los derechos humanos
Las manos de Arabia Saudí, manchadas de sangre por su falta de respeto a los derechos humanos, ahora se extienden más allá de sus fronteras y se sumergen en las arcas de una de las principales empresas de telecomunicaciones de España. STC Group, con raíces profundamente arraigadas en el Estado saudí, ha cerrado un acuerdo para hacerse con el 9,9% de Telefónica.
EL GOLPE DE ESTADO SILENCIOSO EN TELEFÓNICA
La compañía saudí ha desembolsado una cifra escalofriante de 2.100 millones de euros, sin ninguna intención de quedarse en un simple papel secundario. Aunque han comunicado que no buscan una posición mayoritaria, el hecho de convertirse en el principal accionista del operador español ya es motivo de alarma. Más aún si consideramos que han adquirido esta participación sin tener que comprar un paquete significativo de ningún otro accionista mayoritario, simplemente aprovechando la dispersión del capital.
Si bien es cierto que el modus operandi de STC Group ha sido sigiloso, orquestando la compra de acciones de manera que no necesitaran una aprobación gubernamental, es evidente que el gigante saudí tiene intenciones claras. Se espera que pronto realicen los trámites para recibir la aprobación y consolidar su control del 9,9% de Telefónica.
“TELEFÓNICA TOMA NOTA…”
El comunicado de Telefónica es corto y poco revelador: “Telefónica toma nota de la aproximación amistosa de STC y de su apoyo al equipo directivo, a la estrategia de Telefónica y a su capacidad para crear valor”. No obstante, la “aproximación amistosa” tiene un trasfondo de poder y estrategia. Apenas unos meses antes, ambas compañías habían firmado un acuerdo de colaboración. ¿Coincidencia o una jugada estratégicamente planificada?
La verdadera inquietud es cuánto poder cederá Telefónica y si los valores y principios de la empresa se verán comprometidos por este nuevo accionista mayoritario. Aunque Olayan Alwetaid, CEO del grupo árabe, asegura que es una inversión a largo plazo y muestra confianza en el futuro de Telefónica, queda por ver cuánto se inmiscuirán en las decisiones y estrategias de la empresa.
¿EN QUÉ MOMENTO SE ENCUENTRA TELEFÓNICA?
Este movimiento sucede en un momento crucial para Telefónica. La empresa, que pronto presentará un nuevo plan estratégico, ha estado en una constante búsqueda de redefinirse en el mercado. Con el desafío de reducir su deuda y con importantes ventas recientes, como la división de torres de telecomunicaciones, Telefónica enfrenta tiempos de cambio.
Sin embargo, este cambio ¿es realmente positivo? Aunque en el papel todo pueda parecer una maniobra empresarial estándar, las y los ciudadanos no han dejado pasar por alto la implicación política y social de este acuerdo. La indignación en redes es mucha debido a que Arabia Saudí no respeta los derechos humanos. Algunos tuits destacados incluyen:
Mohammed bin Khalid Al Saud, miembro de la familia real de Arabia Saudí, se acaba de convertir en accionista mayoritario de Telefónica pic.twitter.com/7a1V3qMz6r
— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) September 5, 2023
La compra saudí de Telefónica amenaza más nuestra soberanía que todos los debates bizantinos en los que andamos enredados.
— Hugo Martínez Abarca (@hugomabarca) September 5, 2023
En resumen, mientras Telefónica busca renovarse y seguir siendo líder en su sector, las y los consumidores, y el mundo en general, esperan que no pierda de vista sus valores y compromisos con la sociedad. La entrada de STC Group como principal accionista plantea interrogantes sobre el futuro de Telefónica, y sobre cómo las grandes corporaciones equilibran beneficios y principios. La historia, sin duda, estará observando.