La Policía Nacional sospecha que el productor José Luis Moreno, detenido en el marco de la operación Titella y que se encuentra en libertad bajo fianza tras presentar un aval hipotecario para cubrir la fianza de tres millones de euros que le impuso el juez, puede mantener ocultos en el extranjero entre 400 y 900 millones de euros, según uno de los informes elaborados por los agentes para la Audiencia Nacional y que ha sido desvelado este martes en el programa de televisión Todo es verdad.
En dicho documento los agentes aseguran que Moreno pretendía irse de España “como consecuencia directa de la situación financiera por la que pasa, vender todas sus propiedades y no liquidar ninguna de sus deudas, lo que supondría que no introduciría en nuestro país el dinero que parece tener oculto en el extranjero”, lo que se habría confirmado en una llamada del 25 de febrero en la que participa el propio productor.
En dicha llamada dice a su interlocutor: “Yo ya he vivido una vida y fuera estoy muy organizado. Lo que me tengo que ir es fuera de España urgentemente. Todos los gastos de fuera se pagan fuera. Yo es como si tuviera otra vida y es la que quiero, pero ya definitivamente. No tengo por qué contaminarme aquí de nada, porque además lo tengo todo muy ordenado y muy regulado”, según el documento difundido por la cadena de televisión.
Los agentes sostienen que el productor de televisión presuntamente fijó dos sedes fuera del país: una en Los Ángeles (Estados Unidos) y otra en Londres (Reino Unido). Según precisa el informe policial, Moreno también “estaría construyendo un hotel en Maldivas”.
En el marco de la información aportada al juzgado, los investigadores describen la relación de Moreno con uno de los presuntos estafados, Alejandro Roemeers, quien habría invertido presuntamente más de 30 millones de euros para la producción de una serie que no llegó a realizarse.
“A través de las interceptaciones telefónicas, se ha tenido conocimiento de que Moreno se habría apropiado para sí de 16 millones de euros de los 32 millones que Roemmers, como socio e inversor privado, habría aportado para la grabación de una serie que supuestamente Moreno estaba realizando con la sociedad Dreamligth International Productions S. L.”, ha explicado la Policía.
Según ha adelantado Cuatro, en el sumario de la investigación figuran mensajes de Roemmers a Moreno y en uno, que está siendo analizado por los agentes, Roemmers insta a Moreno a entregar los primeros capítulos de la serie sobre Francisco de Asís si no quiere que emprenda acciones legales. “No has hecho nada de lo que te pedí, ni has aportado dinero fresco a la sociedad. 32 millones a cambio de nada, salvo un guión inconcluso y un tráiler que según los expertos que he consultado carece de calidad”, consta entre los mensajes.
En otra parte del informe, los investigadores analizan la conversación de dos empleadas de Moreno, que afirman que “no aguantarían” una auditoría porque se detectaría que, “en todo el primer año no empezaron a grabar”.
Asimismo, los agentes recogen fragmentos de la conversación en los que se dice: “Lo gordo es cuando empezaron a pasar facturas de personal que no existía, que eran como si trabajaban 100 personas y solamente estaban dos”. Además, las trabajadoras apuntan la existencia de facturas falsas de 20.000 y 30.000 euros de catering o cargos desorbitados, de 200.000 euros, por estancias en hotel que pasaba Moreno.
En los registros de la mansión del productor, los agentes encontraron dos pistolas a nombre de Moreno, así como una cartera, las llaves de una caja fuerte y 2.200 euros en efectivo. En la caja fuerte encontraron más dinero en metálico: 1.400 Dírham, 2.000 euros y billetes de 100 dólares de EEUU. Además, según el informe policial, también se encontraron 9 vehículos de alta gama.
El ventrílocuo figura como investigado por presuntos delitos de asociación ilícita, estafa, falsificación de documentos, blanqueo de capitales, delitos contra la Hacienda Pública e insolvencia punible.
Su organización habría tramado una compleja red societaria con más de 700 mercantiles para apropiarse del dinero de créditos bancarios y privados y, tras lograr los fondos, Moreno y sus ayudantes los desviaban a compañías instrumentales para impedir que pudieran ser reclamados por los prestamistas.
José Luis Moreno y sus socios se servían de las sociedades pantalla para emitir facturas falsas a empresas que no tenían apenas actividad pero que se escudaban en el prestigio del productor televisivo para mantener la actividad y conseguir esos fondos presuntamente ilícitos. Se calcula que los investigados estafaron más de 50 millones de euros.
Hace dos años, se realizó una intervención en la que se aprehendió más de un millón de euros en efectivo a una mula que trabajaba para la organización y transportaba el dinero procedente de la venta de droga dentro y fuera de nuestras fronteras en vehículos con doble fondo.
La investigación nació en 2018 a raíz de varias denuncias de entidades bancarias en las que se manifestaba cómo haciendo abuso de la operativa bancaria esta organización había conseguido defraudar más de un 1,3 millones.