Este viernes, el Ejército de Israel acusó al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de romper el acuerdo de tregua temporal en la Franja de Gaza. Esta acusación llevó al reinicio de los ataques por parte de Israel después de interceptar un cohete lanzado desde la Franja hacia su territorio.
En un comunicado difundido en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que Hamás había violado el acuerdo al disparar hacia el territorio israelí. Esto provocó la reanudación de los ataques contra la organización considerada terrorista por Israel.
Según Reuters, una hora antes de que finalizara el período de tregua, se interceptó un cohete dirigido al sur de Israel, específicamente a la zona de Sderot. En respuesta, el Ejército israelí habría llevado a cabo un ataque. Por otro lado, el Ministerio de Interior en Gaza, controlado por Hamás, informó que aviones israelíes sobrevolaron la Franja y que sus vehículos abrieron fuego en el noroeste del enclave.
La ruptura de esta tregua no solo ha detenido la liberación de rehenes y presos, sino que también ha obstaculizado el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, agravando la crisis humanitaria que ya enfrentaba la región.
Las negociaciones entre Hamás e Israel, con Qatar y Egipto como mediadores, habían dado lugar a un acuerdo el 24 de noviembre que inicialmente abarcaba cuatro días, prolongándose luego a siete jornadas. Sin embargo, esta ruptura pone fin a dicho acuerdo. Incluso, hasta momentos previos, se especulaba sobre la posibilidad de extender el acuerdo por al menos un día más, pero estas expectativas no se concretaron.
Durante este período de tregua, se logró la liberación de 105 de los más de 200 cautivos en Gaza, incluyendo 81 israelíes y 24 extranjeros. Del lado israelí, se excarcelaron a 240 prisioneros palestinos, todos ellos mujeres y menores.
La situación ya estaba tensa desde el día anterior debido a un atentado en Jerusalén perpetrado por dos miembros de Hamás, dejando un saldo de tres muertos y seis heridos graves, antes de ser neutralizados por las autoridades. Esto generó declaraciones tensas por parte del Gobierno de Tel Aviv, instando a perseguir a Hamás y anunciando un incremento en el suministro de armas para los civiles.
Esta pausa en los enfrentamientos marcó la primera interrupción en la guerra que se desató el 7 de octubre, tras un ataque del brazo armado de Hamás que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel y la infiltración de milicianos, resultando en la muerte de al menos 1.200 personas y el secuestro de otras 240 en aldeas cercanas a la Franja de Gaza.
Desde entonces y hasta el inicio de la tregua, las fuerzas israelíes mantuvieron una ofensiva implacable por aire, tierra y mar en el enclave palestino. Esto ha dejado un saldo de más de 15.000 muertos, miles sepultados bajo escombros y casi dos millones de desplazados enfrentando una grave crisis humanitaria por la saturación de hospitales, escasez de viviendas, agua potable, alimentos, medicinas y electricidad.