Izquierda Unida muestra su “absoluto rechazo y condena más enérgica” ante la prohibición ejecutada por las autoridades de Israel para permitir la entrada en Palestina a Jon Sebastian Rodríguez Forrest, responsable federal para Oriente Medio y África de la Comisión de Internacional de Izquierda Unida.
Rodríguez Forrest -arabista, asesor en el Parlamento Europeo y uno de los responsables de la citada Comisión de Internacional de IU- tuvo que soportar ayer miércoles, día 3, en la frontera con Jordania de Sheikh Hussein más de seis horas de espera y un contundente interrogatorio sobre su vida personal, sus opiniones políticas y su militancia arabista. Tras ello las autoridades israelíes le denegaron la entrada.
El motivo alegado para denegarle la entrada a los territorios palestinos ha sido el conocimiento por parte de los responsables del control de fronteras de Israel de las reuniones mantenidas por Rodríguez Forrest con activistas sociales y militantes de organizaciones de izquierdas palestinas, libaneses y de otros Estados árabes, en algunos casos realizadas hace más de un año.
Jon S. Rodríguez asegura que “he solicitado que me entregaran por escrito esta información y los motivos por los que me negaban la entrada, pero los responsables de la seguridad israelí se han negado a ello. De ahí que sólo tenga como prueba de lo ocurrido el sello de mi pasaporte”.
El responsable federal para Oriente Medio y África de la Comisión de Internacional de IU afirma que “aunque este caso particular no deja de ser una anécdota, ilustra la grave situación que soportan las cerca de seis millones de personas refugiadas palestinas que no pueden pisar su tierra, así como los millones de palestinos y palestinas de Cisjordania y Gaza a quienes se prohíbe moverse libremente ni ir a Jerusalén, su capital”.
Izquierda Unida considera que lo ocurrido “es una prueba más de la impunidad internacional con la que actúa el Estado de Israel, que coloniza y oprime al pueblo palestino. Esta forma de actuar de las autoridades israelíes evidencia que ni son ni pueden ser considerados un Estado normal, ni mucho menos un Estado democrático”.
“Pretenden invisibilizar a toda costa -apostilla Rodríguez Forrest- las atrocidades que de manera sistémica cometen contra el pueblo palestino y para ello cuentan en demasiadas ocasiones con la complicidad de la comunidad internacional”.
Para Izquierda Unida, “el arresto de la joven Ahed Tamimi, la nueva legislación para silenciar a organizaciones israelíes críticas como Breaking the Silence y el bloqueo cada vez más habitual a la entrada en Palestina de activistas y observadores internacionales hacen necesario que redoblemos nuestra solidaridad y apoyo con el pueblo palestino”.