Gonzalo Márquez-Villarejo

¿Se imaginan estar condenados por la Audiencia Nacional, ni más ni menos, que por un delito de enaltecimiento de terrorismo? Y si les dijera que esa condena viene por escribir canciones con un alto contenido político en sus letras, ¿qué me dirían? Aunque parezca una broma, no lo es. En pleno siglo XXI, la Justicia española está emprendiendo una cruzada contra un amplio colectivo de personas formado por raperos, titiriteros, actores o twitteros, entre otros; que guardan algo en común: una misma tendencia ideológica. Hoy tengo el placer de presentar a un joven rapero de origen malagueño, que reúne todas las características anteriormente expuestas. Se llama Iván Leszno y es integrante del colectivo de raperos antifascistas “La Insurgencia”. Después de un largo recorrido de denuncia del atentado a la libertad de expresión por parte de la Justicia del Estado, conversamos con él para que nos cuente acerca de su caso y de la Ley Mordaza.

La Insurgencia pide la amnistía para los presos políticos – Fuente: El Confidencial

Buenos días Iván, ¿cómo surge La Insurgencia y por qué La Insurgencia?

La Insurgencia nace en 2012 como una de las tantas consecuencias del movimiento de gente que había en la calle a causa del empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. Nos organizamos como colectivo antifascista organizado entre el Estado español y Latinoamérica, usando el arte popular como medio de denuncia y de reivindicación política.

¿De qué os acusa la Audiencia Nacional y cuál ha sido vuestra condena?

Al principio del proceso judicial nos imputaron tres cargos: enaltecimiento del terrorismo, incitación al odio contra las instituciones del Estado y asociación ilícita. Individualmente, sumábamos más de 7 años de prisión en total.

La petición íntegra de la fiscalía ha sido 2 años y un día de prisión, 4800 euros de multa, 9 años de inhabilitación para ejercer trabajos públicos, el pago de las costas del juicio y la eliminación de nuestro trabajo. Todo ello a cada miembro procesado.

Hace un mes, nos redujeron la condena de prisión y multa a 6 meses y un día y la multa a 1200 euros.

Además de por la Audiencia Nacional, ¿por dónde ha pasado vuestro proceso?

Tras ser condenados, presentamos un recurso de apelación en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde nos han reducido la condena. Actualmente nos encontramos a la espera del resultado del recurso que acabamos de presentar en el Tribunal Supremo.

El rapero Iván Leszno – Fuente: YouTube

¿Por qué creéis que os condenan sin tener antecedentes, a cumplir dos años y un día de prisión?

Pienso que la condena se debe a varios motivos. Uno es la propia naturaleza represiva del Estado. Es muy significativo que la fiscalía mantuviese su petición durante el juicio basándose en un riesgo abstracto de terrorismo, con lo cual decían que nos querían condenar porque estábamos causando que en el futuro se practique eso que llaman «terrorismo» y que, de hecho, nosotros también íbamos a pasar a practicarlo. Algo como esto me indica que para poder sostenerse, este Estado se asienta sobre el pilar del miedo. En base a ello, otro motivo es atemorizar a la gente para que piense que denunciar las injusticias y reivindicar sus derechos es un delito. Un tercer motivo es intentar lograr que no continuemos denunciando y reivindicando como lo hemos estado haciendo hasta ahora. Teniendo en cuenta estos motivos, yo me pregunto quiénes son aquí los que ejercen el terror.

«El objetivo de la justicia española es proteger los intereses económicos de la élite financiera que tiene el control del país»

Dentro del grupo hay integrantes que son de fuera del Estado (El Salvador, Méjico, Colombia, Rep. Dominicana) ¿Habéis tenido problemas con la justicia de dichos países, o solo con la Justicia española? Recordemos que al grupo se le acusa de enaltecimiento de terrorismo por el contenido de las canciones.

Sólo con la «justicia» española, que por sí misma ya hace por varias justicias. Hubo una anécdota durante el juicio, y es que mientras buscaban las canciones para reproducirlas vi que también habían recopilado las de los compañeros de Latinoamérica. Parece que la fiscalía general del Estado se cree que en el imperio español todavía sigue sin ponerse sol.

¿Qué pensáis acerca de la persecución que está llevando a cabo la Audiencia Nacional contra raperos, twitteros, actores o periodistas?

Pensamos que el carácter del Estado español sigue siendo fascista porque durante la transición no hubo una ruptura con el régimen, sino una continuación. Nos encontramos con un tribunal político de excepción como la Audiencia Nacional, que no es más que el heredero del Tribunal de Orden Público de la dictadura y que tiene la misma función que este, encargarse de aplastar la disidencia política. Valen desde periodistas hasta gente que escribe en Twitter, pero no debemos olvidar que esta persecución no es nueva, ya que la Audiencia Nacional lleva juzgando y encarcelando desde sus inicios a militantes comunistas, independentistas y antifascistas por luchar por los mismos derechos y libertades por los que estamos luchando todos nosotros. Creo que esta escalada represiva es consecuencia del fracaso de la transición y que, a medida que el descontento de la gente sea más grande, la represión irá yendo cada vez a más.

¿Qué opinión os merece la Justicia española, en concreto, la Ley Mordaza? ¿Existe una ‘caza de brujas’ a los artistas comprometidos con las luchas sociales?

El objetivo de la justicia española es proteger los intereses económicos de la élite financiera que tiene el control del país. La Ley Mordaza es tan sólo una de sus leyes. No es el problema, sino una parte del problema.

En cuanto a la caza de brujas, sí existe, pero yo no diría tanto hacia los artistas comprometidos por definición, sino hacia quienes toman partido por las ideas políticas que defienden de una forma coherente y consecuente.

«En base a mi experiencia, tengo constancia de que esto no es así. En España no hay libertades políticas»

¿Para vosotros cuál es el límite de la libertad de expresión?

No creo que el debate tenga que ser si hay límite en la libertad de expresión o no, porque estamos dando a entender que hay libertad de expresión. El debate tenía que estar en si en realidad tenemos derecho a la libertad de expresión. En base a mi experiencia, tengo constancia de que esto no es así. En España no hay libertades políticas. Un ejemplo fue cuando a principio de año organizamos una jornada por la libertad de expresión en Málaga, por el 82º aniversario de la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936. El propio Ayuntamiento de la ciudad prohibió el acto acusándonos de que íbamos a enaltecer a unos terroristas porque en este acto participaban dos compañeros ex-presos políticos, con los que conjuntamente íbamos a hacer un recorrido histórico sobre la amnistía. También hemos comprobado que no tenemos libertad de manifestación cuando a la hora de convocar cualquier tipo de concentración tenemos que notificar en la subdelegación de cada sitio el tipo de acontecimiento que se va a llevar a cabo. Y tampoco tenemos libertad de asociación porque en un principio, uno de los tres cargos que nos imputaron en el proceso judicial fue el de asociación ilícita. Es por esto por lo que más que debatir sobre límites, deberíamos debatir si realmente hemos tenido libertades políticas, y en base a eso, preguntarnos qué podemos hacer para conquistarlas.

Todos guardáis una trayectoria común en cuanto a apoyar luchas sociales. ¿Creéis que este ha sido un factor determinante a la hora de vuestra acusación?

Creo que el factor determinante ha sido la causa política que todos los miembros teníamos en común, esto es, la denuncia de que en España no ha habido un día desde el fin de la guerra civil en el que no haya habido presos políticos ni represaliados como el problema fundamental de la falta de derechos y libertades que tenemos y la reivindicación de la amnistía total como solución al problema.

Habéis denunciado en Bruselas la represión ejercida por parte del Estado español a vuestro grupo, entre otros colectivos. En concreto tú interviniste en el Parlamento Europeo. Cuéntanos cómo fue tu experiencia y qué reacciones causó.

La experiencia fue muy buena. Fuimos con la intención de dejar en evidencia al Estado español frente al resto de Europa, cosa que conseguimos. Las reacciones fueron igual de buenas.

Dª Ángela Murillo Bordallo, Presidente de la Sección 4ª de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, presentó un voto particular en el cual se refería a vosotros como “acusados en pañales”, además de justificar vuestra obra artística como medio de llamar la atención. ¿De qué manera valoráis esta actitud? ¿Creéis que es una provocación hacia vosotros como artistas?

Creemos que es una manera de intentar quitarle importancia a nuestro caso. De hecho, esta misma juez fue la que emitió el único voto particular en contra de la condena. Más que una provocación, lo podríamos catalogar como una jugada para evitar que el caso se vuelva mediático.

Para terminar, ¿alguna valoración sobre vuestra sentencia que queráis compartir con los lectores? Muchas gracias.

Si algo nos ha demostrado la reducción de la condena es que, en buena parte, ha sido resultado de la lucha organizada que hemos llevado a cabo los represaliados de todo el Estado y que cuando damos un paso adelante podemos conseguir que ellos den un paso atrás. De todas formas, esto no es una victoria. Seguimos condenados, por lo que la batalla tiene que continuar hasta la absolución. La consigamos o no, seguiremos batallando, hasta echar abajo toda la legislación represiva, hasta conquistar los derechos y las libertades democráticas que nos niegan, hasta la amnistía total. Gracias a vosotros.

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