Hay quienes ven la vida como un escenario donde las palabras son como marionetas, útiles para manipular a placer a los demás y mover sus hilos según convenga. Sin embargo, a veces, esos hilos se enredan y terminan mostrando la verdadera cara de quien los maneja. Este ha sido el caso de José Manuel Soto, un popular cantante, cuyos comentarios despectivos hacia las asociaciones LGTBI+ han provocado un estallido de indignación, y que a la postre se vio envuelto en una polémica que ha dejado al descubierto su doble moral. Soto, quien con cuatro palabras: “Cuéntanos más, José Manuel”, se vio acorralado por su propia incongruencia, terminó por borrar un tuit que lo ponía en evidencia.
En un inesperado giro de acontecimientos, el cantante José Manuel Soto se convirtió en blanco de críticas debido a la generosa subvención de 275.000 euros que la Junta de Andalucía otorgó a su fundación, ‘Destino Rocío’, una organización con apenas año y medio de vida. Su hipocresía no pasó desapercibida para el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, quien, como un depredador en espera, capturó su tuit y lo usó como una arma letal contra el cantante.
Pero la ironía no termina ahí. El PSOE, al descubrir este flagrante acto de incoherencia, se cuestionó el porqué de este generoso otorgamiento a una fundación tan nueva y presidida por alguien que no ha dudado en criticar públicamente las subvenciones a otros grupos.
UN HALLAZGO INCOMODO: SOTO Y SUS ‘PAGUITAS’
El tuit de Rubén Sánchez, que destapó la crítica del cantante hacia las subvenciones a asociaciones LGTBI+ mientras él mismo se beneficiaba de una considerable suma para su proyecto, retumbó en los ecos de la ‘Spanish Revolution’. Un claro ejemplo de “haz lo que digo, pero no lo que hago”.
Con las redes sociales hirviendo de indignación, el Grupo Socialista del Parlamento andaluz exigió explicaciones a la Junta tras conocerse públicamente que Soto había recibido esta generosa subvención en concepto de “gastos de funcionamiento”. La portavoz del PSOE, Ángeles Férriz, se encargó de hacer públicas sus dudas y su sorpresa de que una subvención de tal envergadura hubiera sido concedida a pesar de no estar recogida en el presupuesto de la Cámara.
No tardaron en aparecer voces críticas en las redes, quienes señalaban con dedo acusador la ‘paguita’ concedida al cantante, mientras se desenterraban viejos tuits en los que Soto criticaba con dureza a asociaciones LGTBI+ por recibir subvenciones gubernamentales. Resulta que el que señalaba con el dedo, abría con avidez los brazos para recibir casi 300.000 euros para su reciente fundación.
El hecho de que Soto, tras criticar abiertamente las subvenciones, se haya beneficiado de una tan generosa, ha provocado una oleada de comentarios y críticas en las redes. Muchos usuarios se han apresurado a señalar la hipocresía y las contradicciones del cantante. Un usuario comentaba con sarcasmo: “Dar subvenciones es una mierda. Menos cuando las recibo yo. En ese caso, bienvenidas sean”. Y otro añadía: “Pues se va a tener que dedicar toda la semana a borrar tuits porque lo tiene lleno de críticas a las subvenciones. Está muy calladito”, apuntando a la ahora silente figura del cantante.
SUBVENCIÓN FANTASMA: ¿EXISTIÓ O FUE UNA ILUSIÓN?
Las discrepancias en las respuestas recogidas por el grupo socialista han hecho aflorar la sospecha de que nos encontramos ante un caso de “subvención fantasma”. La incertidumbre acerca de la realidad de la subvención, si se concedió o no, cómo se otorgó, y especialmente, por qué se entregó a una fundación con fines de funcionamiento en lugar de a un proyecto específico, ha puesto en alerta a la opinión pública.
La portavoz del partido socialista ha expresado su desconcierto sobre cómo en una región en la que las hermandades “luchan arduamente para mantener su economía” y “realizan todo tipo de actividades para intentar recaudar fondos”, se pueden otorgar cientos de miles de euros a una fundación presidida por José Manuel Soto para gastos operativos.