El actual regidor del ayuntamiento coruñes, que no vive donde gobierna y no deja indiferente a nadie, aspira una vez más a repetir asiento municipal mientras navega a conveniencia el torrente eólico que amenaza con anegar el territorio gallego.
José Muiño Domínguez (Nantón, 1969), considerado actualmente como el alcalde más polémico de la Costa da Morte, será recordado para siempre en la zona por su proceder en el conflicto social y ambiental generado por la mina de oro de Corcoesto, que provocó una división social sin precedentes en la comarca de Bergantiños y dejó en Cabana un ambiente social irrespirable en muchas parroquias.
La Xunta, y tras una rebelión social a escala gallega, terminó cancelando el proyecto de la empresa canadiense, hecho que constituyó para Muíño el mayor de sus fracasos y a punto estuvo de hacerle perder el cargo pues los otros dos alcaldes del PP en los ayuntamientos afectados por el plan extractivo (Coristanco y Ponteceso) tuvieron que abandonar su puesto en 2015.
UNA TRAVESÍA POLÍTICA SEMBRADA DE POLÉMICA
Tras Corcoesto para Muíño vinieron otros casos como el de la utilización interesada del Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate con fines partidistas, algo que hasta la Diputación coruñesa y el pleno provincial llegaron a denunciar públicamente, o el conflicto de los parques eólicos, que es lo que ahora parece ocupar los desvelos de un alcalde que aspira a perpetuarse en el cargo tras 20 años en el poder.
En 2018, de hecho, José Muíño apoyó desde el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños la instalación del parque eólico Mouriños, de Naturgy, cuyas obras dinamitaron parte de la cumbre de la Serra do Gontón y destruyeron para siempre una de las formaciones graníticas más singulares de toda Costa da Morte.
Según denunció entonces la Asociación Petón do Lobo, el Gobierno municipal encargó dos informes favorables al parque eólico ante la posibilidad “de que este no prosperase” debido a la oposición social. En el primero de ellos se hacía constar que proyecto eólico ofrecía “información suficiente” y, en el segundo, que las obras del mismo “no supondrían un impacto ambiental inaceptable”.
Si bien la movilización ecologista de entidades como la Sociedade Galega de Historia Natural, la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana o la propia Petón do Lobo consiguieron finalmente la retirada del aerogenerador más invasivo del proyecto, tras su instalación quedó totalmente alterada la vista desde el mirador del Castro de Borneiro, poblado castrexo de la Edad de Hierro que ahora está gobernado por una torre de 151 metros de altura en punta de pala.
En 2020 y 2021 fue el parque eólico O Cerqueiral el que desató nuevamente la polémica, un proyecto de Greenalia comprendido entre Cabana de Bergantiños, Coristanco y Santa Comba ante el que el regidor no tuvo mayores problemas, pero que sin embargo desató la ira vecinal de las parroquias afectadas, que organizaron una recogida de firmas ante la posibilidad de quedar rodeados de aerogeneradores de casi 180 metros de altura. El proyecto fue finalmente aprobado en 2023 a nivel ambiental por la misma consejería que había ocupado en años anteriores la hoy alta directiva de Greenalia Beatriz Mato Otero en uno de los mayores escándalos de puertas giratorias vividos en la historia reciente de Galicia.
Este mismo año se ha dado luz verde a otros dos parques eólicos con turbinas eólicas todavía mayores (200 metros de altura en punta de pala) que también afectan al municipio y para los que la población afectada tampoco ha contado con ningún tipo de apoyo por parte municipal, el Alto Torreiro y el Bustelo e Baralláns, situados entre Cabana de Bergantiños y Coristanco, y que tampoco han estado exentos de conflicto social.
En este sentido entidades como Petón do Lobo, Cova Crea, Ouriol do Anllóns o la Plataforma por la defensa de Corcoesto e Bergantiños denunciaron durante meses las irregularidades de ambos proyectos por su incompatibilidad manifiesta con las Directrices da Paisaxe de Galicia en lo que supone “otro episodio de tramitación fraudulenta” permitida por la Administración gallega a la multinacional EDP Renovables.
También entre 2022 y 2023 fue la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana la que se vio luchando junto a otras entidades contra el parque eólico Monte Agrelo e Muriño, entre Cabana de Bergantiños y Zas, ayuntamiento gobernado con mayoría absoluta por el primo hermano del alcalde cabanés, Manuel Muíño Espasandín, del BNG.
Pese al altísimo nivel de afectación paisajística en ambos ayuntamientos, superior a las 37.000 hectáreas a nivel de visibilidad, Manuel Muíño ni siquiera contestó desde el Ayuntamiento de Zas a los requerimientos de la Xunta a la hora de valorar un proyecto de EDP Renovables que podría afectar seriamente al patrimonio cultural de Galicia y lugares como las Torres do Allo, el Dolmen de Dombate, o sitios de alto valor etnográfico y patrimonial como San Fins do Castro. Sin embargo, en este caso la lucha social dio sus frutos y la Xunta desestimó el proyecto por su grave impacto sobre paisaje y biodiversidad.
INDIGNANDO A PROPIOS Y EXTRAÑOS
Mientras todo esto sucedía, y asociaciones y particulares hacían valer sus razones frente a la invasión eólica, José Muíño Domínguez participaba en noviembre de 2021 en un debate planteado por EDP Renovables y organizado por La Voz de Galicia defendiendo las tesis de la multinacional portuguesa e indignando a propios y extraños dentro y fuera de la comarca de Bergantiños: “El rural gallego fía al sector eólico la solución a la despoblación”, titulaba el diario más subvencionado a día de hoy por el Gobierno autonómico del PP.
INEXPLICABLE APOYO DESDE EL GRUPO PROVINCIAL DEL BNG
Muchas de las “andanzas” de muíño no podrían entenderse, sin embargo, sin el firme apoyo de dos diputados provinciales del BNG como son Xosé Regueira Varela, nº3 de la candidatura nacionalista en Carballo (A Coruña) y Xosé Luis Penas Corral, candidato a alcalde por el BNG en el municipio coruñés de Brión, pues suya es la responsabilidad de que el regidor cabanés controle la gestión cultural del Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate y lo haya utilizado descaradamente en su propio beneficio político desde hace años.
Una situación que entidades de la comarca consideran que debería haber sido atajada ya en 2016, cuando el descontrol cultural del Dolmen de Dombate llegó al Parlamento de Galicia a través de una Proposición No de Ley (PNL) del diputado Xabier Ron, que en aquel momento llegó a afirmar textualmente que “hay evidencias de que los convenios que actualmente teje la Diputación Provincial con el ayuntamiento no son los más apropiados” al haber tenido pruebas de que “no se estaba gestionando bien el centro y de la forma más respetuosa con el patrimonio cultural”. El texto instaba a la Xunta a hacerse cargo del monumento ante la inoperancia municipal.
Lejos de eso, sin embargo, ambos diputados provinciales del BNG han potenciado la imagen pública del alcalde de Cabana de Bergantiños estos últimos años a través de diversos eventos organizados en el centro arqueológico, como en el caso de la promoción de la candidatura Starlight de la Costa da Morte, donde José Muíño Domínguez, firme promotor del aluvión de parques eólicos que han invadido su ayuntamiento y contaminado lumínicamente las noches de Cabana, apareció representado en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) como el apóstol de los cielos prístinos y las noches oscuras de la comarca de Bergantiños.