«Me pasan estas dos fotos de Berlín». Así es como daba comienzo el economista Juan Ramón Rallo una polémica que ha levantado una gran polvareda en Twitter. «Son colas de gente tratando de alquilar un piso en la capital de Alemania. La primera de unas 25 personas. La segunda de 70-100 personas. El control de alquileres funciona a las mil maravillas», continuaba.
Estas son las dos fotos que añadía al texto, donde puede verse a una cantidad ingente de ciudadanos haciendo cola para ver una casa:
Hasta ahí todo muy bien, una denuncia ante un abuso. Lo malo de la situación es que es un bulo, y así se lo hizo saber el investigador Javier Gil, miembro del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, quien le recordó que «en Berlín para alquilar un piso es muy frecuente que citen a un montón de gente a la vez, como si fuera un casting». «Es un práctica horrible de las inmobiliarias», detallaba.
Asimismo, Gil señala a Rallo que esta práctica abusiva «lleva siendo así muchos años, muchísimo antes de que se regularán los alquileres ya pasaba», por lo que señala que la información aportada por el economista «es mentira».
No recula
Rallo, ante la revelación de Gil, tenía dos opciones: callarse o reconocer su error. Sin embargo, prefirió tomar la vía del medio y volvió a la carga: «Y es así porque hay un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas que el control de alquileres perpetúa y agrava»
El investigador aprovechó la oportunidad y le respondió de una manera que se ha vuelto viral: «Has puesto unas fotos para demostrar que el control de precios en Berlín no funciona. Te he comentado que esas colas se formaban mucho antes de que existiera el control de precios y no tiene que ver», señaló. «Pero sigues sin rectificar aunque sea mentira y estás confundiendo a la gente», zanjó Gil.
Juan Ramón Rallo es un talibán de la Escuela Austríaca y no recular ante nada porque cree en los dogmas que preconiza ducha escuela. Una vergüenza.
La cuestión es justamente al revés. Quien miente es Javier Gil. Rallo está ilustrando que las medidas intervencionistas en el mercado inmobiliario NO SIRVEN para solucionar el problema. Gil señala que el problema del acceso a la vivienda ya existía antes de dichas medidas intervencionistas. Pues claro, por eso toman medidas los políticos, porque hay un problema. Pero es que esas medidas no solucionan el problema, como DEMUESTRAN LAS FOTOGRAFÍAS que aporta Rallo. La respuesta de Javier Gil es tan absurda como decir que rascarse los huevos como medida para solucionar un catarro no es una mala medida porque el catarro ya existía antes de rascarse los huevos. Talla analítica de altura, sí señor.