El Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) ha iniciado este martes el juicio oral contra los productores de “Fariña”, la serie de televisión que se basa en los clanes de narcotráfico en Galicia durante las décadas de 1980 y 1990. En el centro de la demanda se encuentra el exnarcotraficante Laureano Oubiña, quien reclama una compensación de 1,5 millones de euros por daños morales.
La sesión comenzó a las 9:30 horas después de que las partes involucradas no lograran alcanzar un acuerdo tras la demanda presentada por Oubiña contra la productora Bambú Producciones, así como las cadenas que emitieron la serie, Atresmedia y Netflix.
Oubiña alega que la serie, donde el actor Carlos Blanco le representa, atenta contra su honor e imagen. Sostiene que la producción ofrece una representación distorsionada de su persona al incluir hechos “que no son ciertos” y que le perjudican al ser una “mera y burda invención”.
Una de las escenas que más ofenden a Oubiña es aquella en la que su personaje tiene relaciones sexuales con su segunda esposa, Esther Lago, según consta en la demanda.
En el transcurso de este juicio, se han convocado como testigos a responsables de las tres compañías demandadas y al periodista Nacho Carretero, autor del libro en el que se basa la serie, que fue un éxito de ventas.
El punto clave de esta disputa radica en la comparación entre lo narrado por Carretero en su obra y lo presentado en la serie. Específicamente, se centra en la escena con Esther Lago, en la que Oubiña sostiene que se ha tomado una licencia que es imposible que sucediese en la realidad.
El momento en cuestión es durante el despliegue policial de la Operación Nécora, en junio de 1990, en el pazo de Baión, propiedad de los Oubiña y vendido por 15 millones de euros tras ser intervenido.
Oubiña alega que la versión de la serie es falsa, ya que en ese momento el pazo estaba en obras y no había enseres ni camas para dormir, refiriéndose a tales representaciones como “vulgares patrañas”.
El abogado de Oubiña también afirma que no hay constancia en el sumario de la Operación Nécora ni en ninguna página del libro de Carretero sobre escenas sexuales durante la detención de Oubiña por orden del juez Baltasar Garzón.
En cuanto al día del juicio, Oubiña llegó a la sede judicial acompañado por su abogado, Jorge Paladino, mostrándose tranquilo y evitando hacer comentarios a la prensa. Aseguró sentirse “perfectamente tranquilo” y declinó hacer declaraciones antes de la audiencia.