El Gobierno afgano rechazó hoy que el fundador del movimiento talibán, el mulá Omar, viviera durante años cerca de dos bases de Estados Unidos en Afganistán y que muriera en este país, tal y como apunta la periodista holandesa Bette Dam en su reciente obra “Searching for an enemy” (Buscando a un enemigo).
“Rechazamos enérgicamente esta afirmación delirante, y la vemos como un esfuerzo para crear y construir una identidad para los talibanes y sus promotores extranjeros. Tenemos pruebas suficientes que muestran que vivió y murió en Pakistán. ¡Punto!”, escribió en su cuenta de Twitter Haroon Chakhansuri, portavoz del presidente afgano, Ashraf Ghani.
En el libro, escrito después de una investigación de cinco años, Dam revela que el líder insurgente vivió a pocos metros de la base FOB Lagman, que los estadounidenses construyeron en 2004 en Zabul (sureste), y posteriormente cerca de la base FOB Wolverine, en la misma provincia.
Aunque se suponía que era el líder absoluto de los talibanes, en realidad en 2001 (con la invasión estadounidense) delegó en sus colaboradores y empezó a llevar una vida de reclusión hasta su muerte en Zabul en 2013, ayudado por Jabbar Omari, exgobernador bajo el régimen talibán, explica la biografía.
Otro portavoz del presidente afgano, Arif Samim, calificó de “hecho consolidado” que el mulá Omar vivía en Pakistán y que murió en un hospital del sur de ese país, en la ciudad de Karachi.
“El Gobierno afgano tiene pruebas a este respecto, pero esta información de inteligencia no puede compartirse con el público”, sentenció en declaraciones a Efe.
Samim insistió en que el Ejecutivo de Kabul ha entregado en diversas ocasiones a la ONU y su Consejo de Seguridad pruebas de la presencia de líderes talibanes en Pakistán y consideró que es de “conocimiento general” la presencia allí de la facción talibana red Haqqani y de la dirección talibana o Consejo de Quetta.