En un informe desarrollado tras una investigación interna encargado por los responsables del Monasterio de Monserrat, se documentan una docena de casos de abusos sexuales conocidos sobre niños durante treinta años por un monje ya fallecido, Andreu Solé, al que califican de “depredador sexual y pederasta”, según denuncia la Cadena Ser.

El informe admite que “se omitió cualquier tipo de actuación” en los casos de abusos sexuales, sin poder establecer si se ocultaron los abusos o fue por desconocimiento: “En los casos de abusos sexuales en el entorno de los “escoltas” (“Nois de Servei”) y que situamos hasta el año 2000, se omitió cualquier tipo de actuación. Esta comisión no puede concluir si se ocultó lo que sucedió o simplemente se actuó por desconocimiento de la situación, ya que existen versiones contradictorias. Lo que podemos afirmar, como relatan las víctimas, es que había rumorología suficiente para justificar una acción encaminada a reunir a los padres, actuar contra el H. Andreu o haberlo apartado preventivamente de los escoltas”.
“Los abusos del hermano Andreu responden a un modo de vida, a un patrón repetitivo sin arrepentimiento, ni propósito de cambio, ni admisión de la culpa”, señala el informe. El informe señala que “en algunos casos” el hermano Andreu “utilizó la violencia” y que “con el paso del tiempo” hubo “un agravamiento del delito y más urgencia en su realización”. Los abusados son en su mayoría menores de entre 15 y 17 años.
Los resultados de esta auditoría interna serán puestos inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía, del Defensor del Pueblo catalán y del Vaticano. En un comunicado, la abadía señala que condena estos abusos a menores y se compromete a luchar con firmeza contra la pederastia, aunque ya es demasiado tarde.