La compañía promotora, Naturgy, ha instalado diversas señales de advertencia de caída de bloques de hielo en el entorno de los aerogeneradores, el primero de los cuáles se encuentra en las inmediaciones de la cumbre de la Serra do Gontón (Cabana de Bergantiños), uno de los macizos costeros más frecuentados por senderistas en la Costa da Morte coruñesa.

Aerogeneradores del parque eólico Mouriños / Salvemos Cabana

La Asociación Salvemos Cabana ha alertado de las consecuencias, al considerar que esta situación, no sólo en el Alto da Fernandiña como máxima altura de la zona, representa una amenaza real para caminantes y vecinos, al limitar los usos del suelo en los montes de Borneiro y convertir el tránsito en tiempo frío por el lugar «en un auténtico deporte de riesgo».

Por otra parte, ha señalado que esta no es ni mucho menos la única problemática generada por la instalación del parque eólico, pues en este tipo de instalaciones la avería potencial de las palas de los rotores puede provocar que esta o alguna de sus piezas se desprendan, lo que consideran «supone un riesgo para la seguridad pública» al no haberse contemplado sobre el terreno «una distancia mínima de seguridad», una denuncia que consideran fundada pues es referencia a este tipo de sucesos, en el 2016 en el parque eólico de Corme, en la vecina localidad de Ponteceso, se desprendieron dos aspas de uno los aerogeneradores alcanzando una vivienda situada a 280 metros de longitud.

A esto -valoran-, hay que sumar que los aerogeneradores del parque eólico Mouriños, de 151 metros de altura máxima total, se encuentran en los puntos elevados de esta sierra costera, lo que los convierte «en focos de atracción de descarga de la electricidad estática atmosférica en tiempo tormentoso».

Para el colectivo, además, resulta un contrasentido que la compañía haya señalizado el acceso a la cumbre del macizo, que ronda los 400 metros, «mientras avisa de la caída potencial de bloques de hielo desde las alturas».

Señal de advertencia en el entorno de uno de los aerogeneradores del parque eólico / Salvemos Cabana

Desde la asociación se recuerda que el hielo en los aerogeneradores «se puede formar de diferentes maneras dependiendo de las condiciones meteorológicas y de la velocidad de giro de las turbinas» si bien «el aire húmedo proveniente del mar actúa como un factor determinante en tiempo frío». En esta línea, un estudio suizo realizado en 2004 encontró que los fragmentos de hielo en turbinas eólicas convencionales pueden llegar a tener un radio de acción que puede alcanzar casi el centenar de metros de distancia, con lo que el riesgo de accidente es algo real».

Como consecuencia, y «más allá de la innegable afectación del paisaje -apuntan desde la entidad-, Cabana de Bergantiños pierde de este modo en la práctica un valioso recurso para el turismo verde y una de las rutas de senderismo de referencia en la Costa da Morte en un paraje ahora convertido de facto en suelo industrial y central eléctrica» sin tener en cuenta los intereses de la población local y el más del centenar de alegaciones que colectivos y particulares de toda Galicia presentaron al proyecto por sus efectos negativos sobre el paisaje, la biodiversidad y el desarrollo de una economía turística sostenible en la zona.

DEJA UNA RESPUESTA