La esposa del expresidente de Nissan Motor y Renault Carlos Ghosn, detenido en Japón por supuesto fraude fiscal, abandonó ese país tras negarse a hablar de forma voluntaria con la fiscalía de Tokio, informó la agencia de noticias local Kyodo.

Carole Ghosn partió de Japón la noche del viernes y llegó a París a la mañana siguiente, indicaron fuentes cercanas al caso al citado medio, que informó al respecto a última hora del domingo.

La fiscalía de Tokio quería interrogar a la esposa del empresario sobre una serie de transferencias que Ghosn habría ordenado realizar desde Nissan a una distribuidora de Omán y la sospecha de que parte de los fondos fueron desviados a una compañía controlada por ella y usados para uso personal, entre ellos la compra de un yate privado.

Después de que Carole rechazara hablar voluntariamente con los fiscales, estos presentaron una solicitud ante un tribunal para interrogarla como testigo, aunque no está claro si llegará a comparecer ante un tribunal nipón, dada su salida del país.

Cuando Ghosn, de 65 años, fue nuevamente detenido el pasado jueves, las autoridades se incautaron de documentos en su casa, así como el ordenador, el teléfono móvil y el pasaporte libanés de su esposa, que salió de Japón empleando su pasaporte estadounidense, indicaron las citadas fuentes.

En una entrevista con “Le Journal du Dimanche”, la esposa del exdirectivo dijo que salió de Japón porque temía por su seguridad.

Carlos Ghosn fue detenido por primera vez el 19 de noviembre de 2018 acusado de haber ocultado a las autoridades financieras de Japón indemnizaciones millonarias supuestamente pactadas con Nissan.

Su último arresto se practicó menos de un mes después de haber logrado la libertad bajo fianza y menos de 24 horas después de anunciar que daría una rueda de prensa el 11 de abril.

Sobre Ghosn pesan tres acusaciones formales, dos por ocultar remuneraciones millonarias supuestamente pactadas con Nissan, y una tercera de abuso de confianza de la empresa por presuntamente haber usado sus fondos para cubrir pérdidas personales y realizar pagos, injustificados para la compañía, a un empresario saudí.

El tribunal de Tokio que instruye el caso aprobó el viernes pasado la petición de la fiscalía de extender la prisión provisional del exdirectivo hasta el 14 de abril mientras investigan las nuevas acusaciones contra él y sopesan una cuarta acusación.

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