La gran disputa de nuestro tiempo es entre la humanidad y el imperialismo

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El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) cumplirá 60 años en septiembre. El proyecto del MNOAL sigue siendo atractivo para el mundo en desarrollo.

GT:
La nueva epidemia de coronavirus y el prolongado bloqueo estadounidense
han afectado gravemente el bienestar de los cubanos. Al explotar las
dificultades actuales de Cuba, Estados Unidos está agravando los
problemas. Como única superpotencia, Estados Unidos lleva mucho tiempo
aplicando una política hostil hacia este pequeño país socialista situado
al sur. ¿Por qué Estados Unidos no puede tolerar a un pequeño país
socialista en su periferia?

Prashad:
Cuba, desde 1959, ha ofrecido una visión alternativa para la humanidad,
que prioriza el bienestar de las personas por sobre las exigencias de
las ganancias. El hecho de que Cuba —un país pobre— haya sido capaz de
vencer el hambre y el analfabetismo con bastante rapidez, mientras que
Estados Unidos —un país rico— sigue estando plagado de problemas tan
elementales, ilustra la humanidad que hay en el núcleo del proyecto
socialista. Esto es imperdonable para las élites de EE.UU. De ahí que
sigan endureciendo el miserable bloqueo contra Cuba. De hecho, utilizan
todo tipo de medios —incluida la guerra en las redes sociales, parte de
la estrategia de guerra híbrida— para debilitar la confianza del pueblo
cubano. Esto se intentó el 11 de julio, pero fracasó. Decenas de miles
de cubanxs salieron a la calle para defender su Revolución.

GT:
A pesar de que la ONU ha condenado contundentemente el bloqueo
estadounidense contra Cuba durante muchos años seguidos, Washington ha
continuado con su política inhumana. ¿Qué significa esto para la imagen
internacional de Estados Unidos? El presidente de Estados Unidos, Joe
Biden, dijo que “Estados Unidos está firmemente con el pueblo de Cuba”,
pero su administración no tiene intención de levantar el bloqueo. ¿A
quién va dirigida esta hipócrita retórica diplomática?

Prashad:
EE.UU. no “está firmemente con el pueblo de Cuba”. De hecho, EE.UU.
está sobre el cuello del pueblo cubano. Esto está claro para los 184
estados miembros de la ONU que votaron
el 23 de junio para enviar un mensaje a EE.UU. sobre poner fin al
bloqueo. El hecho es que el presidente Joe Biden se ha negado incluso a
hacer retroceder las 243 medidas coercitivas aplicadas por Donald Trump.
El mundo reconoce la crueldad del bloqueo a Cuba y de la política de
sanciones ilegales que Estados Unidos ejerce contra al menos 30 países
del mundo. Pero, debido al poder de EE. UU., solo hay unos pocos países
que están dispuestos a hacer algo más que votar en la Asamblea General
de la ONU a favor de Cuba.

Cuba
necesita un apoyo material del que carece la comunidad internacional;
este apoyo material incluiría suministros para la industria farmacéutica
cubana, por ejemplo, e incluiría alimentos. Si EE.UU. no retira el
bloqueo, ¿se unirán los países clave del mundo para romperlo?

Lizzie Suarez (US), Hands Off Cuba!, 2021.
Lizzie Suarez (EE.UU.), Hands Off Cuba! (‘¡Manos fuera de Cuba!’), 2021.

GT: El manejo de la epidemia de COVID-19 por parte de Estados Unidos es obviamente un fracaso, con el mayor número de muertes en todo el mundo. Ante la pandemia, ha quedado totalmente en evidencia que el sistema capitalista estadounidense valora más la economía que las vidas humanas. La pandemia ha hecho mella en las ventajas institucionales y el poder discursivo de Estados Unidos. ¿Se ha vuelto disfuncional el sistema capitalista ante las grandes crisis?

Prashad:
El sistema capitalista es muy bueno para generar grandes cantidades de
mercancías, algunas de ellas de muy alta calidad. Por ejemplo, es bueno
para producir atención médica de alto valor, pero no es tan bueno para
producir atención sanitaria pública de calidad. Esto tiene que ver con
el afán de lucro. Dado que existe una gran desigualdad social, la mayor
parte de la gente no tiene dinero en el bolsillo para una atención
sanitaria de calidad, por lo que esta simplemente no es asequible o
posible para la gran mayoría. Esta actitud hacia la salud y la educación
es la que nos muestra el lado inhumano del capitalismo. Durante la
pandemia, 64 países gastaron
más en el servicio de su deuda externa que en la atención de salud. Así
es el sistema capitalista: asegura que los ricos tenedores de bonos del
mundo desarrollado hagan dinero mientras los pobres luchan por
sobrevivir.

GT:
La respuesta de China a la pandemia ha demostrado claramente los puntos
fuertes de su filosofía orientada al pueblo y de su sistema político.
¿Cuál es su opinión sobre la creciente influencia del sistema político
chino tras la pandemia? ¿Cómo puede el mundo exterior comprender mejor
las ventajas únicas del sistema político chino bajo el liderazgo del
Partido Comunista de China (PCCH)? ¿Cómo puede China contrarrestar las
calumnias de Occidente sobre el PCCH?

Prashad:
El enfoque de China ante la pandemia ha seguido la línea de las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud: utilizar la
ciencia, la compasión y la colaboración para hacer frente a la pandemia.
El pueblo chino se ofreció a ayudarse mutuamente, los médicos miembros
del Partido Comunista se ofrecieron a ir a la línea de fuego y el Estado
chino abrió sus arcas para garantizar la derrota de la enfermedad y que
el pueblo no sufriera una prolongada recesión económica. Hay mucho que
aprender de este enfoque; nuestros estudios sobre el coronashock profundizan en este asunto.

Esto
contrasta con la actitud anticientífica, inhumana y estrechamente
nacionalista de muchos de los países occidentales y varios otros del
mundo en desarrollo, cuyo enfoque condujo al caos. Es por el fracaso en
lugares como EE.UU. que Trump, por ejemplo, comenzó a culpar a China de
manera racista por la aparición del virus. Sabemos científicamente que
los virus aparecen por diversas razones, y ninguna de ellas tiene que
ver con la raza. Lxs intelectuales chinxs y otras personas deben ofrecer
relatos claros de los avances de China, incluida la erradicación de la
pobreza extrema y la derrota bastante rápida del COVID-19. Estos relatos
ayudarán a la gente de otras partes del mundo a entender la relación
entre la acción pública y la acción estatal en dicho país. Esto se suele
malinterpretar, en gran parte debido a la guerra de información que
llevan a cabo Estados Unidos y sus aliados. El 23 de julio, el Instituto
Tricontinental de Investigación Social publicó un texto clave titulado Servir al pueblo: la erradicación de la pobreza extrema en China, basado en estudios de campo sobre la erradicación de la pobreza extrema.

Justina Chong (People’s Republic of China), El cosechero (‘The Harvester’), 2021.
Justina Chong (República Popular China), El cosechero, 2021.

GT: En los últimos años, la narrativa occidental sobre el PCC siempre ha evitado mencionar los efectos positivos en el progreso social de China y el desarrollo económico global. ¿Por qué Occidente no puede evaluar objetivamente al PCC?

Prashad:
Occidente no puede ser objetivo porque teme el auge de la ciencia y la
tecnología chinas. Durante los últimos 50 años, las empresas
occidentales han monopolizado las áreas de alta tecnología, utilizando
las leyes de propiedad intelectual para alargar sus ventajas de derechos
de autor. Los avances en China son una amenaza existencial para el
dominio de estas empresas occidentales en áreas como las
telecomunicaciones, la robótica, los ferrocarriles de alta velocidad y
la nueva tecnología energética. Es el miedo a perder la supremacía en
estos sectores tecnológicos clave lo que impulsa la “nueva guerra fría”
contra China e impide una evaluación sensata de sus avances.

En
lugar de desarrollar una actitud sensata, Occidente ha tomado cuatro
direcciones. En primer lugar, ha emprendido una guerra comercial y
económica contra China para mantener la supremacía económica y
tecnológica de Estados Unidos. En segundo lugar, ha presionado a los
países en desarrollo y a los aliados de EE.UU. para que rompan con las
empresas chinas y aíslen a dicho país. En tercer lugar, ha intentado
desprestigiar a China utilizando engañosamente el marco de los “derechos
humanos” y apoyando a las fuerzas antigubernamentales y separatistas
dentro de China. Por último, ha buscado la provocación militar,
especialmente a través de la alianza Quad (Australia, India, Japón y
Estados Unidos). Estos mecanismos ocultan a la opinión pública
occidental la realidad de China.

GT:
Durante el periodo de reforma y apertura de China, el país ha estado
abierto a aprender de las sociedades occidentales. Esto ha impulsado
enormemente el desarrollo de China. ¿Cree que puede haber una
emancipación ideológica de este tipo en Occidente para tomar en serio el
sistema político chino?

Prashad: Uno espera que la claridad llegue a la opinión pública occidental, que
está —hasta ahora— guiada por una clase política que está haciendo el
trabajo para los sectores de la economía que están amenazados por los
desarrollos científicos y tecnológicos chinos. A corto plazo, no es
posible una evaluación tan positiva. Es más probable que esa evaluación
llegue en los países de África, América Latina y el sur de Asia, donde
la gente comprenderá el inmenso poder de la erradicación de la pobreza
extrema y el inmenso poder de la creación de una industria local de alta
tecnología. Bajo el mandato de Lula, Brasil abolió el hambre a través
del programa Fome Zero, mientras que el estado indio de Kerala, dirigido
por el Frente Democrático de Izquierda, se ha embarcado recientemente
en un programa de erradicación de la pobreza. Estas zonas del mundo
pueden apreciar mejor los avances realizados por el pueblo chino que los
que viven en Occidente.

Yoemnis Batista Del Toro (Cuba), Untitled, 2021.
Yoemnis Batista Del Toro (Cuba), Sin título, 2021.

GT: Desde que Biden asumió el cargo, su administración no ha escatimado esfuerzos para atraer a las democracias afines para contener a China, intentando reproducir la rivalidad entre los dos bloques liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría. ¿Cree que la carta democrática es una forma eficaz de que Estados Unidos aglutine un bando antichino?

Prashad:
La idea de una comunidad de democracias tiene un toque de farsa porque
este nuevo grupo se está formando para utilizar todo tipo de fuerza
(diplomática, económica, militar, etc.) para presionar a China y a Rusia
para que den marcha atrás en sus avances. Un grupo verdaderamente
democrático debería atenerse a la Carta de la ONU, que es exactamente lo
que desafía el tipo de política de sanciones promulgada por los países
occidentales. Por ello, 18 países han creado el Grupo de Amigos en
Defensa de la Carta de la ONU. Se trata de un acontecimiento importante,
ya que sugiere que se trata de defender la Carta y no de hablar en
nombre de una democracia abstracta que a menudo significa que un país
debe estar subordinado a los intereses occidentales. El mundo no desea
estar dividido en campos.

El
Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) cumplirá 60 años en
septiembre. El proyecto del MNOAL sigue siendo atractivo para el mundo
en desarrollo. Los países no quieren elegir un bando en una “nueva guerra fría
que nadie, salvo Estados Unidos, desea. La división no es entre China y
EE.UU., una división que EE.UU. intenta imponer al mundo: la división
es entre la humanidad y el imperialismo.

GT: Su libro Washington Bullets
enumera los asesinatos y las infiltraciones de la CIA estadounidense en
varios lugares. El imperialismo estadounidense ha sido resistido a
escala mundial. ¿Cómo ve usted el destino del imperialismo
estadounidense?

Prashad: Estados Unidos sigue
siendo un país muy poderoso, con la mayor fuerza militar capaz de
actuar en cualquier parte del planeta y con formas de poder blando (como
el poder cultural y diplomático) envidiables. A pesar del terrible
historial de injerencia de EE.UU. en el mundo en desarrollo —que
documento en Washington Bullets
(2020) —, EE.UU. mantiene un poderoso control sobre la imaginación del
mundo. Sigue existiendo la opinión -por muy equivocada que sea- de que
Estados Unidos ejerce su poder de forma benévola y que actúa en interés
universal, y no nacionalista. El poder cultural de EE.UU. es
considerable, y por eso es tan fácil para EE.UU. blandir las armas de la
información contra cualquier adversario.

Hace aproximadamente 30 años, el cubano Fidel Castro instó a los países del mundo a no descuidar la batalla de las ideas.
El imperialismo estadounidense no es eterno. Ahora se enfrenta al
crecimiento de la multipolaridad y el regionalismo. Estos son los
avances clave que no pueden ser detenidos por el ejército estadounidense
o por el poder cultural. La multipolaridad y el regionalismo son el
verdadero movimiento de la historia. Acabarán imponiéndose.

Gabriel de Medeiros Silveira (Brazil), Break the Wall, 2021.
Gabriel de Medeiros Silveira (Brasil), Break the Wall (‘Romper el muro’), 2021.

Los diseños que aparecen en este artículo proceden de la exposición Let Cuba Live (‘Dejen a Cuba vivir’) del Instituto Tricontinental de Investigación Social, lanzada en el aniversario de la fundación del Movimiento 26 de Julio en Cuba, mientras en todo el mundo personas amantes de la paz se reúnen en torno a la exigencia del fin del bloqueo estadounidense.

Fuente: https://www.globaltimes.cn/page/202107/1229305.shtml

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