Agentes de la Guardia Civil y de cuerpos policiales de otros países patrullarán conjuntamente por el Camino Francés como parte de un acuerdo firmado hoy con la asociación de municipios del Camino de Santiago para reforzar la seguridad de peregrinos y turistas.
Así lo anunció el director adjunto operativo de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceño, en un acto junto a los alcaldes de Santiago de Compostela, Martiño Noriega y de León, Antonio Silván, este último presidente de la asociación de municipios del Camino de Santiago, que agrupa a un centenar de ayuntamientos del norte peninsular.
Ceño señaló que el operativo de seguridad comprenderá “patrullas mixtas” integradas por agentes de la Guardia Civil española y miembros de cuerpos policiales de otros países europeos, especialmente en las épocas de mayor afluencia de caminantes.
La firma del convenio de colaboración tuvo lugar en el Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento compostelano, situado justo enfrente de la catedral de Santiago, el principal punto final del los peregrinos que recorren ese itinerario, ya que solo una minoría continúa hasta Fisterra, en la costa atlántica.
El mando de la Guardia Civil también indicó que como parte del plan de seguridad este año figura el fomento entre los peregrinos y caminantes a utilizar la aplicación para dispositivos móviles “Alertcops” que permite “alertar a las fuerzas de seguridad sobre situaciones delictivas o potencialmente peligrosas de la que sean víctimas o testigos”.
Dicha aplicación, conjuntamente gestionada por la Guardia Civil y la Policía, permite a los usuarios “enviar la ubicación exacta” del lugar donde se producen esas situaciones de delincuencia o riesgo, subrayó.
El, teniente general apuntó además la intención de reforzar la vigilancia en los “puntos vulnerables” del Camino Francés, que recorre el norte de la península Ibérica, en especial los cruces de carretera, albergues y lugares de acogida, así como puntos de concentración de caminantes.
Subrayó además que los agentes tendrán como misión no solo proteger a las personas, sino también el patrimonio cultural y artístico o el medio ambiente del Camino, que constituyen los “principales atractivos, tanto para sus habitantes como para los peregrinos que lo transitan”.
Alrededor de un millar de agentes de la Guardia Civil participan en la vigilancia del Camino de Santiago, por el que circulan anualmente cientos de miles de peregrinos y caminantes, y donde, según datos de la Delegación del Gobierno en Galicia, en 2016 se registraron 45 infracciones y en 2017 tan solo 27.