La mujer de 39 años que falleció ayer con signos de violencia en Rojales (Alicante) y el detenido como supuesto autor, su pareja sentimental, habían llegado de vacaciones desde el país de origen de ambos, Hungría, pocas horas antes del crimen.

Fuentes de la investigación han informado a Efe de que tanto la víctima como el hombre de 49 años arrestado por un supuesto delito de homicidio presentaban heridas aunque no de fuego ni de arma blanca.

Ambos habían alquilado un apartamento en la urbanización Pueblo Bravo del término de Rojales, junto a Ciudad Quesada, situado en el número 2 de la avenida del Mar.

Según los billetes de avión hallados sobre una mesa de la vivienda, la pareja había aterrizado en el aeropuerto de Alicante en torno a las 18 horas y después de recorrer los alrededor de 40 kilómetros que separan el aeródromo del apartamento, se produjo una violenta discusión.

Las mismas fuentes han indicado que, posteriormente, el arrestado telefoneó a un amigo húngaro que reside en una vivienda cercana para contarle lo ocurrido y que fue éste quien avisó al 112.

Cuando llegaron los agentes de la policía local y de la Guardia Civil del puesto de Almoradí se encontraron al varón con diversas heridas y a la mujer también con lesiones e inconsciente.

Se llamó a una ambulancia pero el personal sanitario solo pudo certificar el fallecimiento, sin que la víctima llegara a ser trasladada a ningún centro sanitario.

El supuesto autor del crimen ha sido trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil, en la ciudad de Alicante, donde permanecerá hasta que pase a disposición judicial.

Por el momento se desconoce el contexto de la discusión entre el detenido y la fallecida, mientras se está a la espera de que se practique la autopsia para detallar la causa exacta de la muerte.

Pueblo Bravo, a unos 10 kilómetros de Torrevieja, es una de las mayores urbanizaciones de la Comunitat Valenciana y está principalmente habitada por ciudadanos extranjeros, sobre todo británicos aunque también de otros países europeos.

De confirmarse que se trata de un caso de violencia machista, serían catorce las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de 2019.

Desde 2003, primer año del que hay estadísticas oficiales, han sido asesinadas 989 mujeres. Los niños muertos por la violencia machista se incluyeron en 2013, y desde entonces han sido asesinados 27 menores y 236 han quedado huérfanos.

A los trece crímenes machistas de 2019 se une el de la joven paraguaya Romina Celeste, muerta en Lanzarote, que también figura en las estadísticas oficiales de la violencia de género pero en fase de investigación.

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