@javiercc21
La oposición arrecia sus acciones en contra del Gobierno boliviano, con estrategias de confrontación callejeras que suponen una apuesta mayor en la ofensiva conservadora. De los ataques mediáticos del 2016 (apoyados en las redes sociales), han pasado a convocar a sectores urbanos que, volcados en las calles, han impactado en la cotidianidad de las ciudades, al punto de hacer retroceder decisiones estatales como las incluidas en el nuevo código penal[1]. Hasta el momento, la gestión estatal liderada por el Movimiento al Socialismo-MAS ha soportado esa ofensiva conservadora interna (y los vientos reaccionarios en toda la región), pero todo indica que la conflictividad apenas comienza.
La estrategia opositora -apoyada desde el exterior y centrada en ataques personales al presidente Evo Morales- utiliza ideas de la democracia formal, que luego enarbolan medios de comunicación y cámaras empresarias. A esto ha sumado, en los últimos meses, el uso de un sujeto de disputa que identifican como “la ciudadanía” encarnada en grupos corporativos (médicos, transportistas y ONG) que tomaron las calles y dinamizaron la estrategia de descrédito mediático utilizada en el referéndum 2016. Las huelgas, los inicios de alianzas en la oposición, las protestas callejeras e intensos ataques por redes sociales,son acciones que pueden calificarse como la antesala de una ofensiva mayor, a poco más de un año para las elecciones.
I.
La derecha boliviana está probando tácticas (o un método) que la lleve a superar la dispersión (organizativa y programática) que la caracteriza hasta el momento, con el objetivo de contar -en el 2019- con algunas posibilidades contra la candidatura presidencial de Evo Morales, habilitada por el Tribunal Supremo de Justicia a finales del 2017. Con liderazgos poco novedosos y sin un discurso propio, la derecha viene escalando en la estrategia de polarización política, apoyada con un activismo en redes sociales (y todos los atajos y trampas ya conocidas: troles, manipulación, fake news, etc.),logrando captar la simpatía de jóvenes en zonas urbanas (y prometiéndoles ascenso social). Para esto, utiliza mensajes de odio que al ser masificados en los medios de comunicación hegemónicos permean en otros segmentos sociales en forma de corriente de opinión, que realza el sentido común conservador de la sociedad, central para la táctica opositora.
Una estrategia forjada con el engranaje político y económico del poder conservador tradicional, congregado en las cámaras empresariales, grupos de terratenientes (ganaderos en especial) y los partidos políticos tradicionales, liderados en distintos espacios por Carlos Mesa, Rubén Costas y Samuel Doria Medina[2]. Una articulación de la derecha que ya resultó efectiva en el referéndum del 2016, donde lograron imponerse y encontrar un formato efectivo contra el Gobierno del MAS, aunque sin lograr un desequilibrio de las políticas estatales, ni socavar el apoyo de los movimientos sociales a este (en especial de indígenas, campesinos y de trabajadores).
La estrategia a la que se hace referencia tiene las siguientes características:
El Gobierno y el MAS tienen claro que hoy constituyen una fuerza de articulación de la derecha boliviana y parte importante de su estrategia, al punto de convocar a todas las fuerzas populares a prepararse para la “batalla digital”[4].
La derecha no había logrado consolidar un sujeto (o un significante) de disputa social que desafiara al Gobierno con la contundencia lograda por los médicos y transportistas, quienes estuvieron en huelga durante más de 47 días, paralizando servicios y torciéndole el pulso al Gobierno respecto de la vigilancia en los cobros del servicio y las sanciones penales por mala praxis[6]. Lograron irradiar su movilización hacia los estudiantes de medicina, enfermeros y al gremio de transportistas, que realizaron una paralización de actividades que impactó en varias ciudades y en carreteras principales[7].
Estas movilizaciones corporativas, han animado a la derecha boliviana a retomar la calle y han hecho retroceder al Gobierno en decisiones, que si bien no debilitan en esencia las políticas públicas estatales, si generan un clima adverso de cara a la reelección de Morales. No por mérito de la derecha, esta ha encontrado esa “ciudadanía” que al parecer marca rupturas con el proyecto encarnado por Morales.
La derecha local, con troles de redes sociales y mensajes insidiosos, y desde afuera del país con argumentos institucionalistas, pretenden arrinconar a Morales, señalándolo de autoritario, caudillista y dictador. Un relato adscrito a la idea del mainstream formulada desde los Estados Unidos que aplican los “indicadores de democracia” que ellos se han inventado, sin consultarle democráticamente a nadie[9]. Por esa vía el proyecto democrático de Bolivia está siendo minado, como ya lo hicieron en Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina, Honduras, en donde los líderes populares terminaron enjuiciados y proscritos por la democracia made in USA.
Sin embargo, esos logros son relativizados tanto por la derecha local, como por los críticos de Morales en el exterior. El expresidente Jorge “tuto” Quiroga difunde, desde el 2015, el relato de que el Gobierno del MAS tan sólo cosechó los logros de su Gobierno (que duró tan solo un año: 2001-2002)[11], y desde el exterior algunos académicos acusan al Gobierno boliviano de “falta de iniciativa” y “de vivir de los logros del pasado”,[12]mostrándolos anquilosados. Planteamientos discutibles ante la realidad de la crisis económica regional, de las acciones de justicia social realizadas con políticas públicas y con el propio proceso de inclusión implementado desde el 2006. Un relato académico débil pero que avala el discurso de “cambio” enarbolado por la derecha.
Aunque en el terreno de la economía el país va bien, y el Gobierno de Morales ha logrado anticipar problemas y actuar con consistencia, las cámaras empresarias parecen orientadas a administrar el poder, de manera que el respaldo de algunos sectores empresariales no basta para desactivar la acción opositora de otros sectores en el mismo ámbito. Sólo con los avances en el reclamo de salida al mar para Bolivia, impulsada en la Haya por el Gobierno, los opositores empresarios se allanan y respaldan al Gobierno, incluyendo al gobernador-empresario Rubén Costas. El eje de articulación de esa derecha empresarial no es la mala gestión gubernamental de Morales (los datos de la realidad son favorables), sino la agenda anti-reelección y por el cumplimiento de los resultados del referéndum 2016.
Doria se posiciona como ese candidato de centro, ante la negativa del expresidente Carlos Mesa de ser candidato y de la posición más tradicional de derecha que encarna Costas, el gobernador santacruceño. Parte de la estrategia es plantear continuidad de algunas políticas exitosas del Gobierno Morales, para captar votos de los indecisos, y cabalgar sobre el descrédito que vienen trabajando en redes, medios de comunicación, movilizaciones, y desde algunos sectores de la academia. Deslegitimar a Morales para debilitarlo como candidato y unir esfuerzos en torno a una candidatura que represente al empresariado.
II.
Reconocer esas características de la estrategia opositora, adaptadas de la ofensiva conservadora desarrollada en otros países de la región, puede permitir avizorar algunos escenarios de la disputa política electoral en el país andino:
[1]https://elpais.com/internacional/2017/12/20/america/1513728845_949680.html
[2] Estamos hablando de: La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la Cámara Nacional de Comercio, Confederación de ganaderos de Bolivia,
[3]https://www.celag.org/cambridge-analytica-el-big-data-y-su-influencia-en-las-elecciones/ ; https://www.youtube.com/watch?v=RLbDKf_6oOQ y; https://elpais.com/elpais/2017/03/12/opinion/1489336649_864857.html
[4]https://www.hispantv.com/noticias/bolivia/367613/evo-morales-prepararse-guerra-digital-elecciones
[5]http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37191005
[6]http://www.france24.com/es/20180109-bolivia-medicos-huelga-evo-morales
[7]https://www.efe.com/efe/cono-sur/sociedad/una-huelga-de-transportadores-bolivianos-paraliza-a-la-paz/50000760-3517362
[8]http://www.sinpermiso.info/textos/bolivia-evo-for-ever
[9]http://www.celag.org/indicadores-de-la-calidad-democratica-o-de-la-democracia-mainstream/
[10]http://www.bo.undp.org/content/bolivia/es/home/ourwork/povertyreduction/overview.html
[11]http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article28776385.html
[12]http://www.sinpermiso.info/textos/bolivia-evo-for-ever
[13]http://www.paginasiete.bo/nacional/2017/12/14/cvicos-resuelven-paro-nacional-para-febrero-2018-163089.html?btz19=0320120619
[14]https://www.urgentebo.com/noticia/doria-medina-dice-que-respaldará-un-opositor-si-tiene-más-respaldo-que-él
[15]https://www.lanacion.com.ar/1734735-la-venta-de-gas-a-brasil-y-a-la-argentina-un-tesoro-con-fecha-limite
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