Este miércoles, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a agitar las aguas dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al expresar su pesar por la posición actual del partido, que según él, se encuentra “en el extrarradio de la Constitución, a punto de pisar la frontera constitucional”.
Estas declaraciones se produjeron tras el reciente acuerdo alcanzado con Junts para definir los delitos de terrorismo incluidos en la Ley de Amnistía, y García-Page no dudó en afirmar que “no hay terrorismo bueno y terrorismo malo”.
Durante su participación en la inauguración del estand de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), García-Page respondió a las preguntas de los medios, asegurando que el PSOE no es un partido que se pueda cuestionar constitucionalmente, ya que “tiene muy claro lo que es” la Carta Magna.
Sin embargo, la ironía no faltó cuando el presidente regional se retrató junto a tres líderes del Partido Popular, Carlos Mazón, Juanma Moreno y Fernando López-Miras, instando de manera conjunta al Gobierno a destinar 3.000 millones para abordar la “infrafinanciación”.
En cuanto al contenido de la enmienda pactada con Junts, García-Page expresó alivio al conocerlo, bromeando sobre el hecho de que a los independentistas no se les haya ocurrido exigir no solo el perdón por sus acciones pasadas, sino también inmunidad para futuros atropellos que quieran hacer.
Si bien García-Page insistió en que “no hay terrorismo bueno y terrorismo malo”, reconoció que la intención de generar terror estuvo presente en algunos grupos organizados en Barcelona y Cataluña en ciertos momentos. No obstante, resaltó que la evaluación de estos hechos corresponde a los jueces, no a los políticos.
Las reacciones a las controvertidas declaraciones de García-Page no se hicieron esperar. Óscar Puente, ministro de Transportes y hombre cercano a Pedro Sánchez, respondió señalando que el presidente castellanomanchego está “en el extrarradio del PSOE”.
Por su parte, Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y negociador directo con Junts, le recordó a García-Page que “todo terrorismo es malo”, sugiriendo que debería tener claro qué se considera terrorismo.
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