Con el respaldo público del consejero de la minera en Galicia, Venancio Salcines, a las actividades de la compañía, el economista hace gala una vez más de su absoluto desconocimiento de los daños causados por las grandes corporaciones transnacionales en su objetivo de conseguir el máximo beneficio a cualquier precio.

Trafigura acumula denuncias internacionales por contaminación, corrupción y actuar contra los derechos humanos y fue condenada por la Justicia holandesa por el desastre ambiental ocasionado en Costa de Marfil en el año 2006 / Creative Commons

El hecho de que José Venancio Salcines Cristal, también director general de la universidad privada CESUGA y presidente del comité de marca de Pino de Galicia diga públicamente que Trafigura, como accionista de referencia de Atalaya Riotinto «solo sabe que las cosas hay que hacerlas bien» después de los desastres originados por una empresa que acumula denuncias internacionales por contaminación, corrupción y contra los derechos humanos es cuanto menos lamentable y demuestra una torpeza sin parangón en alguien que se jacta en público de haber sido contratado como «senior advisor» («consejero senior») de la extractiva.

Quizás el «consejero» gallego de Atalaya Mining desconozca que el 19 de agosto de 2006 Trafigura fue la responsable de uno de los mayores desastres medioambientales del presente siglo XXI, en el que más de 100.000 personas necesitaron asistencia médica y al menos 15 personas perdieron la vida por un vertido incontrolado de residuos en Costa de Marfil. Por este motivo, miles de afectados tuvieron que ser atendidos con cuadros clínicos de vómitos, diarreas, quemaduras y problemas respiratorios y muchos de ellos quedaron con graves secuelas permanentes. Además, un informe de la ONU confirmó posteriormente la relación causa-efecto pese a las continuas evasivas de la empresa.

Personas afectadas por el desastre ambiental de Trafigura en Costa de Marfil / Amnistía Internacional

Según relatan medios y entidades de máxima fiabilidad como la BBC británica o la ONG Amnistía Internacional, Trafigura generó los residuos al utilizar sosa cáustica para «lavar» un derivado del petroleo altamente sulfuroso denominado «nafta de coker». Una vez lavada, el objetivo de Trafigura era mezclar la nafta con gasolina a cambio de unos beneficios de unos 7 millones de dólares estadounidenses por carga.

La compañía intentó librarse de los residuos sin resultado hasta en cinco países: Malta, Italia, Gibraltar, Paises Bajos y Nigeria. Sus intentos de deshacerse de los residuos en Ámsterdam dieron lugar a un incidente de salud pública, cuando los residentes se quejaron del terrible hedor y empezaron a sufrir náuseas, mareos y fuertes dolores de cabeza. Sen embargo, Trafigura rechazó la oferta de una empresa de gestión de residuos que a cambio de unos 620.000 dólares se hubiera deshecho de ellos de forma segura para las personas y el medio ambiente.

Activistas protestan contra las actividades de Trafigura al lado del carguero que transportó los residuos tóxicos al continente africano / Greenpeace

En lugar de eso, los residuos tóxicos fueron finalmente vertidos de manera ilegal en Costa de Marfil por una empresa local contratada por Trafigura para que se librara de ellos por tan solo 17.000 dólares, tan solo una pequeña parte de lo que hubiera costado una gestión medioambientalmente responsable, lo que sin embargo terminó provocando un drama medioambiental y social sin precedentes en la región.

POLÉMICA TRAS POLÉMICA

Lejos de pararse ahí la de Trafigura es una historia que año tras año va más allá de cualquier polémica en distintos países. En Brasil, por ejemplo, la Fiscalía abrió una investigación penal en 2020 contra varios de sus ejecutivos acusándolos de sobornar a empleados de la petrolera estatal Petrobras, a semejanza de lo que habría sucedido con Petróleos de Venezuela en el país vecino. De igual manera, Trafigura ha sido acusada por el presunto pago de sobornos en Zambia a cambio del amaño de contratos públicos y en México por presunto contrabando de combustible, lo que le ha valido este año la suspensión del permiso para operar en esta zona de mesoamérica al menos hasta 2024.

LOS «EJEMPLOS» DE VENANCIO SALCINES»

Con los datos en la mano y una vez explicados los hechos, la Plataforma vecinal Cornado Mina Non considera que tan irresponsable es la propia multinacional por los graves hechos cometidos como quien por seguidismo, interés comercial, ignorancia y prepotencia defiende sus maniobras. Porque que el asesor pagado Venancio Salcines diga ahora públicamente que compañías como Trafigura o Atalaya Mining a través de su filial Cobre San Rafael «buscan la perfección, la sostenibilidad y una relación más que optima con la sociedad en la que conviven» es cuanto menos una broma pesada convertida en falacia.

Más información:

“Trafigura: una travesía tóxica” (Amnistía Internacional)

“Trafigura: the toxic truth” (Greenpeace)

Un tribunal holandés condena a la multinacional Trafigura por un vertido tóxico ilegal en Costa de Marfil” (Europa Press)