Hoy haré un artículo muy autocrítico, pero después de ver lo de la Convención del franquismo y el fascismo no me queda más remedio. Toca ponernos a pensar un poco sobre si vale la pena quedarnos como estamos o si preferimos empezar a construir una izquierda que pueda competir de verdad a esta derecha que va caminando hacia la senda del extremismo.
Mi militancia en la izquierda en estos últimos meses va únicamente de reunión en reunión y de preparación en preparación. Nada más. Hace tiempo que no salimos con garantías a la calle. Hace tiempo que no hablamos de tú a tú a la clase obrera… Hace tiempo que estamos planeando muchas cosas (sobretodo en Cataluña), pero que después no se consigue nada. Estamos todo el día reunidos y haciendo proyectos para que se escuche nuestra voz. Y por culpa de esta lentitud, esta voz se llama Vox.
Además, nos equivocamos mucho en un cosa: Siempre buscamos echarle la culpa de nuestros errores a un “algo”. En Cataluña por ejemplo, después de sacar un resultado horrible en las parlamentarias, la culpa era del momento. Después, cuando vemos que C’s arrasa en los barrios humildes, la culpa es que hacen un discurso populista. Más tarde, si ahora no podemos sacar los objetivos en las Municipales… ¿a qué le daremos la culpa? Es cierto que hay muchas variables… ¿Pero cuándo lo hemos tenido fácil? ¿Tenemos que esperar continuamente que sea el momento? Pues no. Pues no, porqué mientras hacemos reuniones infinitas la ultra derecha sube y sube. Y los afectados somos nosotros mismos. Y esto no va de decir que estos mienten y quedarse en casa. Lo que tenemos que hacer es salir de casa, picar piedra y explicarle a la gente la mierda de la derecha y de los ultras.
Después viene eso del independentismo. Esos que se hacen llamar de izquierdas pero que dicen que España es de derechas y Cataluña no. A ver, en las pasadas elecciones del 21-D, LA DERECHA GANÓ EN CATALUÑA por una mayoría abismal. En Cataluña se puede aprobar el TTIP, en Cataluña se puede aprobar el libre despido, en Cataluña se pueden aprobar los recortes en educación y se puede potenciar con facilidad la sanidad privada. La izquierda catalana que pide la independencia de CIU y del paraíso fiscal lo que tiene que hacer es volver a su origen y competir a la derecha con el resto de fuerzas progresistas. Porqué para ganar la “voz” del pueblo, necesitamos la de todos.Eso sí, para hacer eso no hace falta que renuncien a su objetivo. pero han de tener claro que somos un conjunto.
No hay que dejar de luchar y necesitamos cambiar de una vez los métodos. Y se tiene que hacer desde la política de arriba, porqué sé de sobras que las bases de la izquierda estamos dispuestos a construir esta mayoría social dándonos golpes contra la pared si hace falta. ¡ESPABILAD! Porqué si la impotencia llega a nuestras filas vamos a perder lo que se ha conseguido durante mucho tiempo.
Para intentar dar un ejemplo hoy he ido preguntando a compañeros si sabían que se había hecho para acabar con la derecha populista. Y la mayoría no podían responderme. No lo lo tienen demasiado claro. ¿Y eso por qué pasa? La razón es simple. No llegamos al pueblo. No llegamos a la gente. En Tarragona lo intentaremos, tenemos ideas y queremos dar el salto a las nuevas formas de hacer política útil des de la juventud. Pero no se tiene que quedar solo aquí. Os hablo desde dónde sé, pero creo que tenemos que empezar a cambiar el sistema. El del mundo que estamos intentando cambiar y también el método que usamos para hacerlo.