Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz a un hombre condenado a once años de prisión por agresión sexual a un menor discapacitado y que ha permanecido desaparecido desde 2017.
El hombre llevaba cuatro años sin pisar la calle y ni siquiera se asomaba a las ventanas por miedo a que lo encontrasen. Cuando lo arrestaron el hombre confesó a los agentes que se preparaba a diario porque sabía que en cualquier momento podían encontrarle. “Yo sabía que acabarían viniendo por mí, me duchaba todas las mañanas por si venían ustedes. ¿Cómo lo hicisteis? ¿Cómo lograsteis encontrarme?”, les dijo.
El detenido abusó sexualmente en 2016 de un niño de 13 años con el que mantenía vínculos familiares y que presentaba un retraso madurativo del 38%, aunque estaba siendo sometido a un estudio para determinar si padecía algún déficit de mayor gravedad.
Por estos abusos que cometió de forma reiterada, el hombre fue condenado a once años de cárcel, aunque se fugó de la justicia y permaneció desaparecido durante cuatro años. Las autoridades sabían cuál era su domicilio y por ello monitorizaron enseguida el inmueble tras su huida para poder obtener una prueba que les permitiera constatar al cien por cien que estaba allí, pero no ha sido hasta ahora cuando han podido recopilar toda esa información.
Sus familiares accedían al domicilio sin llave
El individuo utilizaba a determinadas personas de su entorno familiar con el fin de pasar desapercibido para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y no dejar rastro alguno que permitiera identificar su presencia. La única vez que salió de su vivienda fue por haber sufrido un episodio muy grave de Covid-19 que le dejó al borde de la muerte, por el cual estuvo hospitalizado haciéndose pasar por su hermano y usando su DNI.