Almuradiel muestra su rechazo frontal al proyecto de Quantum Minería en la provincia, sumándose así a otros consistorios como Torrenueva, Santa Cruz de Mudela, Castellar de Santiago, La Solana, Viso del Marqués o San Carlos del Valle, que también ha alzado la voz contra el proyecto Neodimio y los planes de la mercantil.

En la moción aprobada en 2024 por unanimidad, el ayuntamiento ciudadrealeño deja claro que esta actividad “puede perjudicar el desarrollo de las actividades tradicionales” como la agricultura y “ser lesiva para la calidad de vida de los habitantes de los municipios”. Además, la institución explica que los estudios demuestran que “este tipo de minería tiene un gran impacto ambiental” pudiendo afectar a especies de referencia como el lince ibérico, el buitre negro y otras incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
En fechas recientes, el Ayuntamiento de San Carlos del Valle aprobó, también por unanimidad, otra moción equivalente basada en la preocupación “por los evidentes riesgos” de esta actividad para los recursos hídricos, la salud pública, el entorno natural y el sector primario de la zona, basado en la agricultura y auténtica “base socioeconómica de la comarca”.
En esta línea, el consistorio ha decidido transmitir oficialmente su postura a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha solicitando la cancelación del permiso de exploración y la prohibición de cualquier proyecto de explotación de tierras raras en la provincia.
Para la Plataforma Sí a la Tierra Viva, que ha canalizado la lucha contra el proyecto especulativo de Quantum Minería en Ciudad Real, estas actuaciones suponen un acto de “responsabilidad” que las instituciones locales y provinciales están mostrando en defensa del territorio y el bien común frente a la minería de tierras raras. “Es un orgullo contar con representantes públicos que, como en el caso de Almuradiel con el PP y el PSOE en Gobierno y oposición, han sabido aparcar sus diferencias políticas para defender el interés de sus vecinas y vecinos frente a los problemas que les afectan. Porque un alcalde o alcaldesa que sabe escuchar, que dialoga con su comunidad y se involucra en su defensa, es un regidor/a que fortalece la democracia y demuestra día a día que su función es servir a su gente, no a intereses personales o particulares de negocio“.