Los “chalecos rojos” de la cooperación, el equipo sanitario de élite de emergencias, se estrenan en Mozambique, donde despliegan el fin de semana su hospital de campaña -del tamaño de un campo de fútbol- en el que podrán practicar cirugías y atención especializada a los damnificados por el ciclón Idai.
El equipo se desplazará este viernes a Beira (Mozambique) y está formado por 71 profesionales -más de 40 sanitarios del sistema nacional de salud de distintas comunidades autónomas y el resto personal de logística- preparados para ser reclutados cuando organismos internacionales o países afectados pidan ayuda sanitaria ante una catástrofe natural o cualquier otra emergencia internacional.
Se trata de la primera misión del Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias (STAR), apoyado por la Oficina de Acción Humanitaria de la Comisión Europea, tras conseguir la verificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 31 mayo.
Después de varios meses de formación, son capaces de desplegar un hospital en 72 horas en cualquier lugar del mundo y ponerlo en funcionamiento; incluye seis salas de urgencia, otra de partos, laboratorios, sala de rayos X, área pediátrica, preoperatorio, quirófano, box de esterilización y farmacia, entre otras, y permite atender a 200 personas al día y mantener hospitalizados hasta 20 pacientes.
El avión con toda la infraestructura del hospital -una veintena de tiendas de campaña, material sanitario, medicamentos- comienza a cargarse esta tarde y saldrá este viernes de la base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) hacia Beira, la segunda ciudad más poblada de Mozambique y epicentro del desastre del ciclón Idai que ha causado más de 700 muertos.
“Estamos muy ilusionados, es nuestro debut como hospital español; vamos con bandera europea y supone que España representa a todo un continente en defensa de la necesidades de las personas que en este momento más lo precisan”, ha explicado a Efe, el director del Área Asistencial del STAR, Julián Manuel Rodríguez, que parte mañana junto a sus compañeros en un vuelo de pasajeros.
El responsable médico asegura que el equipo quiere empezar a trabajar ya en el terreno y calcula que el próximo lunes podrán empezar a atender a pacientes.
“Hay que intentar parar la epidemia de cólera -ya se han confirmado casos- y actuar para que la gente no padezca, sufra o muera por patologías banales o sencillas de intervenir”, ha destacado el facultativo.
Rodríguez, Jefe del Servicio de Medicina Preventiva, Salud Pública y Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario de Ceuta, prevé que las primeras asistencias serán traumatismos -con cirugía muchos de ellos- y cualquier asistencia que hasta ahora prestaba el hospital principal de esa ciudad, que ha quedado dañado y solo mantiene las urgencias.
“Supongo que tendremos que atender cirugías, como apendicitis, patologías respiratorias, como neumonías”, relata el sanitario, quien alerta de la gravedad de los casos de diarrea agudas acuosas ya que pueden ser cólera.
“En ese caso, tendríamos que pasar de ser un hospital quirúrgico con capacidades básicas, a ser un hospital de salud pública, para en un momento determinado atender a pacientes con necesidades de aislamiento, manteniendo la atención habitual, como partos, consultas externas básicas y cirugías”.
Se prevé que el equipo siga trabajando durante 15 días y después sea relevado por otro por el mismo periodo, hasta concluir el despliegue.
“Nos han llamado a dos rotaciones completas, pero en una situación como la de Mozambique, lo más probable es que dure más, hasta que el hospital de Beira empiece a funcionar”, añade.
El personal de logística está compuesto por expertos en agua y saneamiento, higiene, seguridad y también cocineros, ya que el hospital servirá comidas, desayunos y cenas para el personal sanitario, pacientes y acompañantes.
El equipo es capaz de generar 5.000 litros de agua potable por hora gracias a un máquina de ultra filtrado que proveerá al campamento la cantidad suficiente para el funcionamiento del centro sanitario y el consumo humano, y también cuenta con tratamiento de residuos.
“Los jóvenes cocineros vascos son estupendos -bromea ya que pasan los 60 años- y la selección realizada por la Agencia de la Cooperación de los miembros del equipo se ha hecho de forma modélica; no solo va a ser un éxito, sino que todo nuestro trabajo va a ser muy útil” para miles de damnificados, señala.
Según las ONG presentes en el terreno, unos 3 millones de personas, más de la mitad niños, necesitan urgentemente asistencia humanitaria en Malawi, Mozambique y Zimbabwe, tras el paso del ciclón, el peor desastre que ha golpeado el sur de África en las dos últimas décadas.