Redacción

La familia Cotino se hizo de oro con el Plan Eólico Valenciano impulsado de Eduardo Zaplana. Proyectos Eólicos Valencianos, que así se llamaba la mercantil de los Cotino, se hizo con más de 400 MW de potencia a desarrollar durante los años siguientes en un modelo de asignaciones de derechos de explotación que generó todo tipo de sospechas en aquellos años.

El Gobierno autonómico de Zaplana montó un concurso en el que pujaron grandes empresas eléctricas a las que se invitó a incorporar socios locales. Proyectos Eólicos Valencianos fue uno de estos grupos. Estaba compuesto por la filial de renovables de Endesa, Bancaja y Sedesa, que tenía un 25% del capital. En el año 2008 la empresa entonces dirigida por Vicente Cotino y José Luis Olivas, negociaron la venta de su participación a Iberdrola, pero Endesa ejerció un derecho de tanteo y finalmente se quedó el 100% de la concesionaria eólica: casi 40 millones de euros.

Al igual que con los parques eólicos, la Administración valenciana propició la creación de consorcios en los que se situaron empresarios locales cercanos a la órbita del PP y también en este caso hubo adjudicatarios que salieron de las sociedades con posterioridad embolsándose jugosas plusvalías con la venta de sus participaciones.

La Fiscalía Anticorrupción y la UCO investigan si Zaplana y otros investigados, como su exjefe de gabinete, el expresidente del Club de Baloncesto Estudiantes Juan Francisco García, percibieron comisiones por aquellas adjudicaciones, las colocaron en el extranjero y han tratado de repatriarlas recientemente. Se indagan delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales o prevaricación.

Vicente Cotino está a punto de ser condenado en la causa de la financiación ilegal del PP valenciano que se ha juzgado en la Audiencia Nacional.

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