En los últimos años, la construcción con madera se ha convertido en un desafío mayor de nuestro siglo.
En Europa, el sector de la construcción representa 1/3 de las emisiones de CO₂, de las cuales la producción de materiales contribuye en más de 15%. A diferencia del acero y el hormigón, la madera emite poca energía gris. Su capacidad de renovarse sin utilizar combustibles fósiles y de almacenar carbono la convierten en una vía prometedora en la lucha contra el calentamiento global. Casas de madera, casetas, cabañas, garajes, oficinas… se puede ir a Pineca.es para darse una idea de la diversidad de estructuras con madera que se comercializan al día de hoy.
¿En qué situaciones se debería utilizar la madera en el sector de la construcción? ¿Cuales son los grandes desafíos a los que se enfrenta dicha industría?
La cuestión de la longevidad en el sector la arquitectura
Se calcula que la vida útil de los elementos de construcción de madera oscila entre 50 y 100 años. Sin embargo, muchos edificios históricos con armazones de madera son prueba de la durabilidad de este material durante un periodo de 100 años. La obsolescencia de los edificios, más que el fallo de la madera, es más a menudo el motivo de su desmantelamiento. Alargar la vida útil de edificios y productos fomentando el mantenimiento periódico, las operaciones de rehabilitación en lugar de la demolición-reconstrucción y la reutilización de materiales contribuye a retrasar las emisiones de CO₂ generadas al final de la vida útil de los productos.
La necesidad de una gestión forestal razonada
Más allá de la prescripción de los arquitectos, es una reflexión a escala nacional la que debe tener lugar. Si el almacenamiento de carbono biogénico depende de la vida útil de los elementos de construcción con madera, también depende de la gestión forestal.
Cuando se tala un árbol para fabricar un producto de construcción, deja de capturar carbono. Por tanto, es necesario garantizar la replantación de un nuevo árbol para mantener la sostenibilidad de los bosques como sumidero de carbono. Incluso si se sustituyen los árboles, es necesario realizar una tala cuidadosa, ya que la tala de todos los árboles de una parcela genera una alteración del suelo que da lugar a emisiones de CO₂ que pueden ser superiores al carbono absorbido por el crecimiento de los nuevos árboles durante los primeros años de vida del bosque. Debe evitarse la tala rasa y la eliminación de árboles debe realizarse con el objetivo de conservar un valor neto positivo de CO₂ absorbido.
Las políticas de gestión determinarán el papel de los bosques españoles en la lucha contra el calentamiento global y nuestra capacidad para combinar la producción industrial y el cuidado de los ecosistemas.
El potencial de la construcción con madera
La construcción con madera es una baza importante para afrontar los retos del cambio climático y reducir las emisiones del sector de la construcción. Pero estos beneficios del carbono sólo pueden lograrse mediante un enfoque sistémico que incluya la mejora de la longevidad de los edificios, la gestión sostenible de los bosques, el desarrollo de industrias de transformación y la integración de los productos de construcción de con en la normativa española.