En 2013, la Sociedade Galega de Historia Natural ya advirtió de los informes científicos que alertaban que el río Anllóns estaba arrojando al menos 850 kilos de arsénico al año a su estuario procedente de las antiguas labores mineras de hace más de un siglo, diseminando, según publicó el diario El País “más veneno en proporción del que vierten ríos industrializados en Europa como el Támesis, el Sena, el Loira o el Ródano”.
Mientras el alcalde del PP en la localidad José Muíño Domínguez ignoraba conscientemente las alertas y apoyaba sin fisuras el proyecto de la mina de oro de Corcoesto, la SGHN indicó que si bien en parte, la presencia de mineral de arsenopirita era importante para entender el problema las evidencias de los investigadores apuntaban a que las zonas de sedimentos más contaminados eran consecuencia directa de la antigua explotación de época inglesa y que el proyecto extractivo de la compañía canadiense Edgewater Exploration “incrementaría enormemente la superficie de terreno expuesta a la intemperie y, por tanto, la meteorización de las rocas y la solubilización del arsénico que contienen”, lo que “podría agravar la actual contaminación de las aguas del río Anllóns y los sedimentos de su estuario”, en una zona de alto valor natural y donde se practica el marisqueo desde tiempos inmemoriales.
Por fortuna, ante la fuerte presión social y las incontestables alertas ambientales, el proyecto no salió adelante y fue cancelado en 2013 por la Xunta de Galicia mientras José Muíño seguía adelante con su particular cruzada en defensa de la mina, llegando a personar al Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños (y con fondos públicos) a favor de los intereses de la minera.
FALTA DE SANEAMIENTO E INFORMACIONES INTERESADAS
Han pasado los años y al problema del arsénico subyacente en el lecho fluvial se ha añadido el de los vertidos sin control de aguas fecales que terminan en este litoral marisquero. La oposición municipal denuncia que “decir la verdad parece que ofende a determinados periodistas y al Partido Popular”, en referencia a las cuestionables actuaciones de la delegación de La Voz de Galicia en Carballo, que según afirman “lleva años y años encubriendo, junto con el PP, la realidad de Cabana” con la publicación de informaciones interesadas para beneficio del alcalde dejando en entredicho la profesionalidad de periodistas como el delegado Xosé Ameixeiras Lavandeira o la redactora Cristina Viu Gomila, que en su momento también apoyaron informativamente los intereses de la minera canadiense en Corcoesto.
UN GRAVE PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA EN UNA ZONA PROTEGIDA POR EUROPA
Según los expertos, la situación que atraviesa el estuario fluvial del río Anllóns contrasta con las demandas de la Agencia Europea del Medio Ambiente en una zona perteneciente a la Red Natura 2000, pues la Directiva Marco del Agua exige a los gobiernos, también a nivel local, una recuperación ecológica integral de los ríos y estuarios.
Para Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA, “debemos incrementar los esfuerzos para garantizar que nuestras aguas estén tan limpias y tengan tanta capacidad de recuperación como sea posible porque nuestro bienestar y la salud de nuestros ecosistemas vitales acuáticos y marinos dependen de ello. Esto es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo de nuestras aguas y para cumplir nuestros objetivos a largo plazo de una vida digna dentro de los límites de nuestro planeta“.