Miles de profesores se manifestaron hoy en el centro de Argel para exigir la caída del régimen militar que lidera el presidente Abdelaziz Bouteflika y demandar una reforma total del sistema educativo.

«Hemos venido para reclamar la salida de este poder y un cambio profundo en todo el régimen, en particular en nuestro sector queremos poner fin al programa de la ministra», dijo a Efe una maestra de una escuela de primaria en Bordj al Kiffan, barrio de la periferia del este de Argel.

Ataviada como el resto de sus colegas con una bata blanca, la docente insistió en las denuncias contra la titular de Educación Nacional, Nuria Benghabrit, a la que los manifestantes responsabilizaron de la «degradación» del nivel de preparación de los alumnos.

«No te lo vas a creer, pero lo puedes investigar. Se enseña el mismo programa de historia en el cuarto año de primaria que en el primero de secundaria», dijo a modo de ejemplo la docente, que prefirió no ser identificada.

Los profesores son, hasta el momento, el último colectivo en sumarse a las protestas masivas que desde el pasado 22 de febrero tienen lugar en todos los puntos del país contra la reelección de Bouteflika, gravemente enfermo.

Aunque el lunes se difundió un mensaje oficial atribuido al mandatario en el que este renunciaba a su candidatura, posponía los comicios presidenciales previstos para el 18 de abril y prometía un proceso de transición, las protestas contra el régimen prosiguen en el país, pero con menor intensidad.

En la de esta mañana en Argel, los profesores se mezclaban con los estudiantes, pese a que la semana pasada el Gobierno decidió adelantar diez días las vacaciones de primavera para reducir las manifestaciones.

«Lo ilegal es quedarse así, sin cambio», respondió la docente al ser preguntada sobre la legitimidad de estas protestas en detrimento de los estudios.

«Los alumnos ya terminaron sus exámenes y mañana se van de vacaciones. Por eso, hay que presionar para que haya un verdadero cambio, profundo, que mejore el futuro y el nivel de nuestros hijos», afirmó.

En la misma línea se expresaba otra de las manifestantes, para quien «los papeles han cambiado, somos el poder y vosotros la desesperación, largaos».

«La salida de Benghabrit es parte del fin del sistema completo. Reclamamos una asamblea constituyente representativa del pueblo argelino con transparencia y sin exclusión», dijo a Efe el secretario general del Consejo de Liceos de Argel, Bendaija Kamal.

«Queremos construir la nueva República argelina y, para ello, no debe haber un poder marioneta ni farsas exteriores. Queremos que nuestros recursos sean repartidos equitativamente entre el pueblo», afirmó.

Las protestas de docentes se repitieron en otras ciudades del país como Batna, Bejaia, Sétif, Guelma, Annaba, Bouira, Uargla y Tamanraset.

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