Este jueves, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, hizo una afirmación contundente en el Senado español: la amnistía para los encausados por el procés es “un punto de partida imprescindible” para la convivencia en la región.
Aragonès expresó estas palabras durante su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas, auspiciada por el Partido Popular en la Cámara Alta, un evento que generó críticas y controversia.
Aragonès, en su discurso, defendió la amnistía como un paso esencial para “acabar con la causa general contra el independentismo” y reconoció que es fundamental para reconocer la existencia de un conflicto político en Cataluña, el cual, según él, se resolverá a través del diálogo y la negociación.
Insistió en que cualquier acuerdo surgido de estas negociaciones debería ser sometido a votación por la ciudadanía catalana, un compromiso que, según él, ya se acordó previamente entre la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez.
Este evento, sin embargo, provocó críticas y descontento entre algunos sectores políticos y medios de comunicación. El locutor Federico Jiménez Losantos expresó su descontento con el Partido Popular por provocar la comparecencia de Aragonès y culpó al coordinador general del partido, Elías Bendodo, por la situación. Además, calificó la estrategia diseñada por Bendodo como una táctica propia de la derecha “maricomplejines”.
“¡Pero vamos a ver! ¿En qué cabeza cabe, salvo en la de Bendodo y los chanquetes?”, se ha preguntado Losantos uniendo la comparecencia de Aragonés auspiciada por el PP y la campaña que el partido realizó de ‘Verano azul’ en las últimas elecciones generales.
“Es así de tonto. Lo normal, después de haber dirigido la peor campaña, que ha hecho la derecha desde 1977, es haberle mandado a su casa. ¡Bendodo, que bien lo hacías en Sevilla!”, ha añadido el locutor.
El PSOE también se manifestó sobre la situación en el Senado, acusando al PP de organizar una “performance” política. El presidente de Asturias, Adrián Barbón, señaló que el PP estaba convirtiendo el Senado en un “sainete extraño” y que Pere Aragonès sería el beneficiario de esta estrategia.
Por su parte, la presidenta del PNV en Vizcaya, Itxaso Atutxa, criticó el enfoque del PP, describiendo el evento como un “mitin” en lugar de un debate político serio. Atutxa acusó al PP de tener una política “anti” en lugar de constructiva y propositiva.
El debate sobre la amnistía en el Senado, por lo tanto, se convirtió en un tema polarizado y provocó diversas reacciones en la escena política española. Mientras algunos defendían la necesidad de abordar el tema de la amnistía como parte del diálogo político, otros lo consideraban una estrategia política cuestionable y criticaban la forma en que se llevó a cabo el evento en el Senado. La controversia continúa en un contexto político ya de por sí tenso y complejo en España.