Un día de abril de 2017, un amigo del historiador Josep Calvet le explica que ha localizado un viejo archivo con documentación de los años 40. Son los documentos de la fonda Martí Cases de Sort entre los cuales, le llama la atención una carta.
La carta escrita en mayo de 1944 había estado oculta entre facturas y notas durante 73 años. La remitente es una mujer que firma Fanny Gewürz y la destinataria, otra mujer, Rachel, con el mismo apellido y una dirección de Tel-Aviv. Por los diferentes sellos estampados en la carta se deduce que no puedo ser entregada y volvió al buzón de la fonda.
A partir de aquella carta, escrita en alemán, Josep Calvet, historiador y especialista en el estudio del paso por España de los refugiados que huían del nazismo, comenzó una investigación sobre las dos hermanas gemelas, hijas de un matrimonio judío de Karlsruhe, separadas por el nazismo.
Calvet repasó toda la correspondencia generada por el Ayuntamiento de Sort en 1944 y localizó un escrito del día 15 de mayo notificando al gobernador civil el traslado de un grupo de judíos a Lleida. El escrito iba acompañado de una lista donde se mencionaba a Fanny Gewürtz, pero a partir de ahí ya no encontró más documentos», explica Calvet. Sin embargo, continuó la investigación por internet y una página web de árboles genealógicos le abrió una puerta y encontró al hijo de Fanny, Benjamin Neeman, que vive en Tel-Aviv.

El historiador reconstruye el recorrido de estas dos gemelas que en 1938, tras los terribles sucesos de la conocida como la noche de los cristales rotos, sus padres deciden enviarlas al extranjero junto a un hermano y otra hermana, pero con destinos diferentes. Las gemelas recalan en Estrasburgo, pero con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se separan. Rachel consiguió un visado y pudo irse a Tel-Aviv y Fanny empezó un periplo de cinco años por Francia.
En la primavera de 1944, Fanny se apunta a un grupo con 62 personas que pretende cruzar los Pirineos y llegar a España, dos de las cuales no llegaron a pisar nunca Catalunya. Josep Calvet llegó a conocer al guía que había llevado al grupo, Floreal Barberà, quien le dijo que acompañarles fue un error y una imprudencia.
La propia Fanny escribió un dietario que le fue facilitado al historiador por sus hijos en el que el 7 de mayo escribe: «Nos morimos de hambre y estamos agotados. El más mayor del convoy anda casi sin fuerzas y agoniza».
Fanny, finalmente, consiguió llegar a Sort. Fue un domingo por la tarde, poco antes de ir a Lleida y Barcelona, para después trasladarse a Cádiz y embarcar hacia Palestina, cuando escribió la carta. El 5 de noviembre del mismo año, Fanny desembarca en Haifa, un puerto del Protectorado Británico de Palestina.
Fanny se reencuentra con Rachel, que ya se ha asentado en su nueva patria, pero la joven a lo largo de este recorrido conoció a quien sería su futuro marido, Nathan Neeman, con quien se casó después de llegar a Israel, en el kibutz de Degania Bet, en Galilea. Fanny y Rachel se implican con sus maridos en la construcción del estado de Israel y por matrimonio, cambian su apellido por los de Neeman y Firstenberg y tienen hijos, como Benjamin Neeman.
Fanny volvió a Sort y a Lleida a mediados de los ochenta, junto a su marido Nathan y sus hijos. Las dos hermanas también volvieron a Karlsruhe en 1988, para conmemorar los 50 años de la Kristallnacht, la noche de los cristales rotos . Desgraciadamente, Fanny murió el año 2008 y no se enteró del destino de su carta, que finalmente se entregó a Rachel el 17 de marzo de 2018, a manos de una representación institucional de la Diputación de Lleida, que impulsó el proyecto y las rutas culturales Perseguits i salvats. Rachel Firstenberg falleció en la residencia donde estaba ingresada cinco meses después.
Los padres de las gemelas desaparecieron y no se ha podido averiguar dónde murieron. Lo último que se sabe de ellos es una postal que mandaron desde el gueto de Cracovia», señaló Calvet.
El hermano y la hermana mayores de Fanny y Rachel pudieron salvarse porque sus padres también los enviaron afuera: tenían que emigrar a Palestina, pero al final se refugiaron en Inglaterra. La hermana mayor, Chaya, acabó emigrando a Palestina y tuvo dos hijos que murieron en otra guerra, la guerra de Yom Kipur. Oser, el otro hermano, se fue a vivir a los Estados Unidos. El resto de la familia sufrió las consecuencias del Holocausto y la mayoría de tíos y tías murieron.