La Comunidad de Madrid perdona cada año más de mil millones de euros en impuestos a los ricos. Entre 2011, el ejercicio en el que el Gobierno socialista recuperó el Impuesto de Patrimonio, y 2017, las bonificaciones autonómicas que ha concedido la comunidad de Madrid a las personas sujetas a ese tributo ascienden a 5.015 millones de euros, el 96,1% del dinero perdonado en todo el Estado por este concepto.
Los beneficiarios de ese regalo fiscal que ya se sitúa en 995 millones anuales, según denuncia Diario Público, es gente adinerada, ya que la obligación de contribuir en este impuesto comienza cuando se posee un mínimo de 700.000 euros en bienes y propiedades de todo tipo, el mínimo de exención en todo el país salvo en Aragón, que lo rebajó a 400.000 hace unos años.
Entre 2011 y 2017 el patrimonios de los madrileños más ricos aumentó un 72% (de 102.005 a 175.427 de media) más de quince puntos por encima del 55% que los patrimonios más cuantiosos del país registraron en el conjunto del Estado en estos años de crisis económica.
El número de madrileños que poseen más de 700.000 euros pasó de 14.520 a 16.856 entre 2011 y 2017, con un aumento de 2.336 su fortuna media ha crecido a un ritmo casi tres veces superior: de 6,85 millones de euros a 9,67, por encima del 40%, en un dato que parece más vinculado, al menos en parte, a la migración documental de esos patrimonios que a la mejora de sus negocios.
Además del Impuesto de Patrimonio, los ricos en Madrid también se benefician de otros como el menor gravamen de España en el tramo autonómico del IRPF, que se queda en el 21% a partir de 53.407 euros, las rebajas por adquisición de acciones o la aplicación de los tipos más bajos del país en Sucesiones, en Donaciones y en Transmisiones Patrimoniales, según recoge un estudio del Consejo General de Economistas.