La situación sanitaria en la Cabrera y parte de El Bierzo, en León, presenta desafíos significativos con consultorios médicos que carecen de médicos de manera recurrente y una escasez de profesionales que deja al centro de salud sin facultativo de urgencias en varias ocasiones. Esta problemática se acentúa con el centro de salud de referencia ubicado a 30 kilómetros, al que se accede por una carretera de montaña en aproximadamente 40 minutos.

La situación más reciente y crítica ocurrió el 30 de diciembre en el centro de salud principal de Puente de Domingo Flórez, que cubre a cuatro ayuntamientos. En lugar de cubrir la posición del médico de guardia, la Junta de Castilla y León optó por asignar la responsabilidad a dos enfermeros. Esto generó complicaciones, ya que cualquier necesidad de atención médica urgente requería la espera de un médico proveniente del centro de salud de Villafranca del Bierzo, a 33 kilómetros, lo cual lleva aproximadamente 35 minutos. Un caso específico resalta la importancia de esta demora cuando se notificó una muerte en Carucedo, requiriendo la presencia del médico de Villafranca del Bierzo.

En el Ayuntamiento de Benuza, la situación se agrava aún más, afectando a los pueblos más distantes como Silván, Lomba y Sigüeya. Desde julio, los consultorios rurales en estos lugares solo reciben la visita del enfermero, ya que la baja laboral del médico correspondiente no ha sido cubierta. Esta problemática ya se había experimentado durante el verano de 2022, cuando la baja del facultativo no fue cubierta hasta su recuperación.

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La falta de cobertura médica se traduce en una espera prolongada para los residentes de estos pueblos en caso de una emergencia. El alcalde de Benuza, Domingo Cabo, destaca la dependencia de la disponibilidad de médicos de guardia y la escasa atención a reclamaciones por parte de la consejería de Sanidad.

La región de El Bierzo y la Cabrera enfrenta dificultades para atraer a profesionales de la salud, y las condiciones laborales no favorecen la retención de médicos. La Junta de Castilla y León justifica la falta de médicos argumentando la inexistencia de profesionales disponibles. Sin embargo, se plantea la pregunta de por qué no se implementan incentivos, como contratos más prolongados o beneficios adicionales, para hacer más atractiva la oferta en estas áreas de difícil cobertura.

Además, se señala la necesidad de aumentar el número de plazas en las universidades para la carrera de medicina y replantear la limitación de acceso a través de números clausus, especialmente considerando la escasez de médicos que persiste desde hace más de dos décadas en la Atención Primaria. La falta de medidas para abordar estos desafíos compromete el acceso a servicios médicos esenciales en estas comunidades, afectando especialmente a la población de mayor edad y vulnerabilidad.

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