Con más de 500.000 votos, María Corina Machado se ha consolidado como la líder indiscutible de la oposición venezolana. A pesar de enfrentar una inhabilitación que la excluye de las elecciones presidenciales de 2024, Machado ha prometido luchar por elecciones libres y transparentes en el próximo año. Su apoyo masivo del 93,13% en las primarias demuestra el respaldo del pueblo venezolano a su causa.
A lo largo de los años, Machado ha sido una figura controvertida, tachada de “traidora a la patria” y “loca” por el régimen chavista. Expulsada del Parlamento en 2014 por hablar en contra del gobierno como embajadora alterna de Panamá ante la OEA, Machado ha resistido las medidas para sacarla del panorama político, incluyendo una prohibición de salida del país de ocho años y una inhabilitación administrativa que se extiende hasta 2030.
Durante casi una década, Machado ha recorrido incansablemente cada rincón de Venezuela, ganando seguidores y convirtiéndose en un fenómeno electoral. Aunque inicialmente estuvo eclipsada por otros líderes de la oposición como Henrique Capriles, Leopoldo López y Juan Guaidó, su negativa a negociar con el gobierno y su coherencia la han convertido en una figura respetada.
Machado ha promovido protestas antigubernamentales y ha propuesto soluciones audaces para la crisis económica de Venezuela. Desde su propuesta inicial de un “capitalismo popular” hasta su plan actual de privatizaciones masivas, incluyendo la estatal petrolera Pdvsa, ha abogado por reducir la intervención del Estado para revitalizar la economía del país.
En su nuevo papel como líder de la oposición, Machado enfrenta el desafío de unificar a las diversas facciones opositoras y negociar con el gobierno para asegurar su candidatura presidencial.
A pesar de las adversidades, su determinación y apoyo popular la han posicionado como una fuerza a tener en cuenta en la política venezolana, mientras sigue luchando por un cambio significativo en su país.