La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, sostiene que el traslado del barco Aquarius al puerto de Valencia para recibir a las 629 personas migrantes y refugiadas rescatadas en el Mediterráneo y a las que Italia y Malta se han negado a acoger, “no puede quedarse en un gesto humanitario” del Gobierno español, sino que debe significar “un vuelco total de las políticas migratorias” de la Comisión Europea y de los Estados miembros, quienes en los últimos años “se han dedicado a apuntalar lo que hoy conocemos como Europa fortaleza”, con el “único objetivo” de “impedir que esas personas puedan llegar a la UE”.

 

De este modo, Albiol advierte de que lo que ha pasado con el Aquarius, la decisión del ministro de Interior Matteo Salvini de cerrar los puertos italianos, y la negativa de Malta a que las personas a bordo del barco de rescate fueran trasladadas allí, “no es un hecho aislado, sino el resultado de unas políticas migratorias racistas y crueles, que permiten anteponer los intereses privados de los Estados miembros al derecho internacional”.

Así, el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tiene en su mano, según la eurodiputada, “provocar que haya cambios”, pero para ello, “tendría que empezar por revisar las políticas migratorias en el Estado español”. Acoger a las 629 personas que van a bordo del Aquarius “es una buena noticia y un paso responsable, pero de poco servirá si después esas personas acaban en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) y son deportadas”, porque eso sería “devolverlos al infierno del que huyen”.

Por ello, llama al PSOE “a ser valientes” y “no quedarse en un gesto”, empezando “por el cierre de los CIE” y “el fin de las violaciones de los derechos humanos que se producen cada día en Ceuta y Melilla”. “Nuestra frontera Sur es un agujero negro para los derechos humanos y el Gobierno de Sánchez no puede permanecer impasible” ante ello.

Esto, continúa Albiol, debe ir acompañado, además, de “una serie de medidas de impacto en Bruselas”, que van “desde que los eurodiputados socialistas españoles dejen de apoyar las actuales políticas migratorias de la derecha en la Eurocámara y seguir la agenda que marca la extrema derecha”, hasta “propuestas concretas a trasladar ante el Consejo Europeo” que fuercen que “lo que prime sea el respeto de los derechos humanos, la solidaridad y la democracia”, en lugar de “la militarización del Mediterráneo, las vallas, las palizas, los CIE, las deportaciones masivas y la externalización de fronteras”.

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